Investigadores de la Universidad de Illinois han hallado un insecto fosilizado diminuto de 50 millones de años con su cápsula genital, llamada pitóforo y con la longitud de un grano de arroz, inusualmente bien conservada.
Según publican en la revista ‘Papers in Palaeontology’, los científicos destacan que es notable porque las características físicas del insecto, desde el patrón de bandas en negrita en sus patas hasta las características internas de sus genitales, son claramente visibles y están bien conservadas. Recuperado de la Formación Green River, en el actual Colorado, el fósil representa un nuevo género y especie de insectos depredadores conocidos como ‘insectos asesinos’.
Descubierto en 2006 al romper una losa de roca, el insecto fosilizado se dividió casi perfectamente de la cabeza al abdomen. La fractura también partió el pitóforo en dos. Más tarde, un comerciante de fósiles vendió cada mitad a un coleccionista diferente, y los investigadores los localizaron y reunieron para este estudio.
Ser capaz de ver los genitales de un insecto es muy útil cuando se trata de determinar el lugar de un insecto fósil en su árbol genealógico, explica Sam Heads, paleontólogo del Estudio de Historia Natural de Illinois y experto en genitales de insectos fósiles que se describe a sí mismo y que dirigió la investigación con Daniel Swanson, estudiante de posgrado en entomología de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign.
Las especies a menudo se definen por su capacidad para aparearse con éxito entre sí, y las pequeñas diferencias en los genitales pueden conducir a incompatibilidades sexuales que, con el tiempo, pueden resultar en el surgimiento de nuevas especies, señala Swanson. Esto hace que los genitales sean un buen lugar para concentrarse para determinar una especie de insecto.
Pero tales estructuras a menudo se ocultan en fósiles de compresión como los de la Formación Green River. «Ver estas estructuras finas en los genitales internos es un placer poco común –reconoce Swanson en un comunicado–. Normalmente, solo obtenemos este nivel de detalle en las especies que viven actualmente».
Las estructuras visibles dentro del pitóforo incluyen la placa basal, una estructura endurecida en forma de estribo que sostiene el falo, explica. El fósil también conservó los contornos de la faloteca, una bolsa en la que se puede retirar el falo.
El hallazgo sugiere que los insectos asesinos con bandas, un grupo al que se cree que pertenece el nuevo espécimen, son unos 25 millones de años más antiguos de lo que se pensaba, señala Swanson.
«Se han descrito alrededor de 7.000 especies de insectos asesinos, pero sólo se conocen alrededor de 50 fósiles de estos insectos –añade–. Esto solo habla de la improbabilidad de tener un fósil, y mucho menos uno de esta edad, que ofrezca tanta información».
Sin embargo, estos no son los genitales de insectos fósiles más antiguos jamás descubiertos. «Los genitales de artrópodos más antiguos que se conocen son de un tipo de insecto conocido como recolector que tiene entre 400 y 412 millones de años, del Rhynie Chert de Escocia –recuerda Heads–. Y también hay numerosos insectos fósiles en ámbar tan antiguos como el Período Cretácico con genitales conservados, pero es casi inaudito que los genitales masculinos internos se conserven en compresiones carbonosas como las nuestras».
Los investigadores nombraron al nuevo insecto asesino ‘Aphelicophontes danjuddi’. El nombre proviene de uno de los recolectores de fósiles, Dan Judd, quien donó su mitad del espécimen al INHS para su estudio.
Fuente: europapress.es