Científicos de Yale descubrieron el hogar donde vive el estrés dentro del cerebro. Viene del mismo lugar donde está la función que regula emociones
Un grupo de científicos de la prestigiosa Universidad Yale, han descubierto el hogar neuronal del estrés. Esta sensación que todos experimentamos en ciertos momentos de nuestra vida cotidiana fue hallada tras múltiples escaneo del cerebro. Y además comparte zona con la función que se encarga de regular las emociones.
Las personas que fueron sometidas a dicho estudio, recibieron escáneres cerebrales mientras les mostraban ciertas imágenes. Están tenían contenido que los profesionales consideraban estresantes, como por ejemplo un perro gruñendo. También rostros mutilados o un inodoro sucio, reseñó el portal de National Geographic.
Explicaron que tras mostrar estas imágenes a los voluntarios se reveló una red de conexiones neuronales que vienen desde el hipocampo. Esta área del cerebro es la que ayuda a regular la emoción, la motivación y la memoria. Una de las finalidades es cuantificar esta sensación para saber si se expande por otras áreas del cerebro. Y además conocer su alcance.
Las áreas del cerebro que afecta el estrés
Una vez que las personas comienzan a registrar el estrés, la zona que se comienzan a activar es el hipocampo. Sin embargo los niveles de esta sensación no solo llegaron a las áreas con respuestas de estrés fisiológicos. Sino además alcanzó la corteza frontal lateral dorsal, lugar donde hay funciones cognitivas superiores.
“Estos hallazgos pueden ayudarnos a adaptar la intervención terapéutica a múltiples objetivos. Como por ejemplo aumentar la fuerza de las conexiones desde el hipocampo a la corteza frontal. También disminuir la señalización a los centros de estrés fisiológico”, sostuvo Rajita Sinha, coautora del estudio.
“Similar a los hallazgos recientes sobre cómo las experiencias positivas pueden reducir la respuesta al estrés del cuerpo, nuestro trabajo sugiere que las redes cerebrales relacionadas con la memoria se pueden aprovechar para crear una respuesta emocional más resistente al estrés”, añadió la autora principal de la investigación, la Dra. Elizabeth Goldfarb.
Fuente: fayerwayer.com