Todos los aparatos por los que circula electricidad emiten algún tipo de radiación electromagnética. Así que en cuestión de años, dado que los ordenadores, móviles, y aparatos en general serán cada vez más pequeños y probablemente también más abundantes, la presencia de estas radiaciones será aún mayor.
Para alivio de los que sufren el supuesto síndrome de «hipersensibilidad electromagnética» (supuesto porque la Organización Mundial de la Salud no considera que haya pruebas que relacionen la radiación con sus síntomas), y, sobre todo para los ingenieros preocupados por las interferencias entre dispositivos, un equipo de investigadores de la Universidad Drexel (Estados Unidos) ha publicado este jueves un estudio en la revista Science en el que han presentado un material ligero, fino y fácil de aplicar que es capaz de bloquear las interferencias electromagnéticas.
“A medida que la tecnología evoluciona y los sistemas electrónicos se hacen más ligeros, rápidos y pequeños, sus interferencias electromagnéticas se incrementan de forma dramática”, ha dicho en un comunicado Babak Anasori, coautor del estudio. La consecuencia es la aparición de un ruido que «puede tener serios efectos en los dispositivos cotidianos como teléfonos, tabletas y portátiles, que pueden llevar a que se degraden o acaben rompiéndose».
Este efecto es similar al que ocurre cuando la emisora de un automóvil comienza a crepitar y a entrecortarse, o cuando se acerca un teléfono móvil a unos altavoces. Pero en vez de afectar al sonido, este fenómeno puede hacer que muchos dispositivos dejen de funcionar: puede ralentizar a un teléfono o hacer crepitar un monitor.
Para evitarlo, “en general, los escudos se hacen con gruesos metales, pero esto es caro y aumenta el peso, lo que es una gran desventaja para las aplicaciones de telecomunicaciones o industria espacial”, ha dicho Anasori.
Esto es por lo que su investigación se centró en encontrar un material fino que cumpliera con el mismo cometido. Cree haberlo encontrado en un carburo de titanio de la familia de los MXene, uno de 20 materiales experimentales que parece contener las interferencias. Basta con una capa fina y se puede espolvorear con un espray.
Los investigadores descubrieron que este MXene es tan efectivo como el cobre o el aluminio a la hora de bloquear las interferencias. Con solo ocho micrómetros (ocho veces la millonésima parte de un metro) podían bloquear el 99.9999 por ciento de la radiación en las frecuencias de los teléfonos y los radares.
Esto es importante porque los investigadores esperan que en el futuro el problema de las interferencias sea cada vez mayor: “Para tener todos esos componentes electrónicos funcionando sin interferencias, necesitamos escudos finos, ligeros y fáciles de aplicar a dispositivos con distintos tamaños y formas. Creemos que los MXene van a ser la próxima generación de materiales para esto”.
Los científicos creen que cuando una onda electromagnética entra en contacto con algún MXene, hay ondas que son inmediatamente reflejadas, mientras que otras atraviesan varias capas de átomos y van perdiendo energía hasta que son absorbidas totalmente o reflejadas.
Las capacidades de este nuevo material son prometedoras, y ahora estos investigadores están trabajando en escoger al MXene más eficaz para contener las interferencias.
Fuente: abc.es