Dentro de cinco mil millones de años, el Sol se convertirá en una enana blanca. ¿Qué pasará entonces?
¿Cómo se verán la Tierra y el sistema solar dentro de aproximadamente unos cinco mil millones de años? Teniendo en cuenta todo el tiempo que tendrá que transcurrir para llegar a ese momento, quizá no sea una pregunta que te hagas a menudo. Sin embargo, muchos astrónomos sí se la formulan. Y, según parece, hay nuevas conclusiones al respecto.
Hay que tener en cuenta que será en esa fecha cuando, al menos en teoría, el Sol muera. ¿Qué pasará entonces tanto con la Tierra como con el resto de planetas y satélites que orbitan a su alrededor? Que no les irá demasiado bien, es evidente, pero quizá no todo sucederá tal y como se pensaba hasta ahora.
El fin del Sol (y de la Tierra)
Según publican en el portal Royal Astronomical Society, no hay demasiadas cosas claras sobre cómo será el final del sistema solar. Lo que sí parece inevitable es que el Sol, que ahora está quemando hidrógeno en su núcleo, se agotará en algún momento, se expandirá y se convertirá en una gigante roja, antes de terminar como una enana blanca.
Un proceso que, según la investigación compartida por el medio británico, quizá sea incluso más complejo de lo que se pensaba inicialmente. Es la conclusión a la que han llegado tras observar lo ocurrido con otras estrellas enanas blancas. Para empezar, no tienen decidido qué sucederá en concreto con la Tierra. ¿Será engullida por el Sol como otros planetas?
«No está claro si la Tierra podrá o no moverse lo suficientemente rápido antes de que el sol pueda alcanzarla y quemarla (lo que sí sucederá con Mercurio y con Venus), pero igualmente perdería su atmósfera y sus océanos, por lo que seguramente dejaría de ser un lugar adecuado para la vida», ha explicad el profesor Boris Gaensicke, de la Universidad de Warwick.
Aquellos planetas, lunas y asteroides que no sean engullidos por el sol continuarán allí, pero ¿qué pasa con ellos cuando tienen que orbitar alrededor de una enana blanca? Pues que, según han observado los científicos, dejarían de tener un movimiento regular y tranquilo para seguir tránsitos violentos, caóticos y sumamente desordenados. Muchos, se desharían en pedazos.
Orbitar en el caos
Por lo tanto, todo aquello del sistema solar que no sea destruido cuando el Sol entre en expansión, sufrirá un proceso hasta cierto punto impredecible, pero que terminará igualmente en la destrucción. Así lo explica el profesor Gaensicke:
“La triste noticia es que la Tierra probablemente será devorada por un sol en expansión, antes de que se convierta en una enana blanca. Para el resto del sistema solar, algunos de los asteroides ubicados entre Marte y Júpiter, y tal vez algunas de las lunas de Júpiter pueden ser desalojados y viajar tan cerca de la eventual enana blanca como para someterse al proceso de destrucción”.
Por supuesto, a nivel terrestre cinco mil millones de años es mucho tiempo, por lo que, si se cumplen los cálculos de los expertos, puede que para aquel entonces la humanidad ya ni exista. O que si lo hace, tal vez haya tenido que mudarse de planeta.
Fuente: computerhoy.com