Hoy Marte es todo lo contrario de un destino agradable. Es un lugar frío, seco, irrespirable y arrasado por la radiación. Pero, tal como muestran las grandes reservas de hielo bajo su superficie y en los polos, así como la historia narrada por sus rocas, hace unos 4.000 millones de años era un lugar muy distinto recubierto por océanos de agua líquida. Un estudio publicado este lunes en Nature ha revelado nuevos detalles que explican por qué Marte se transformó tanto. Sus conclusiones han mostrado que los océanos aparecieron cientos de millones de años antes de lo pensado, que no eran tan profundos y, sobre todo, que su existencia estuvo muy ligada a la presencia de erupciones volcánicas.
“Los volcanes parecen ser muy importantes para crear las condiciones que hacen de Marte un lugar húmedo”, explica en un comunicado Michael Manga, profesor de ciencia planetaria en la Universidad de California en Berkeley y autor senior del estudio.
Según sostiene, una vasta extensión volcánica llamada Tharsis creó una depresión en la que aparecieron los océanos. En ese lugar hoy están las llanuras septentrionales, que son el supuesto lecho marino que quedó cuando el agua se evaporó y se perdió al espacio.
Manga pretende cerrar un problema que siempre ha rodeado al pasado húmedo de Marte: la extensión estimada de los océanos desaparecidos es tan grande que no cuadra con los cálculos que se han hecho para averiguar cuánto líquido se pudo perder en la atmósfera o cuánto quedó almacenado bajo a superficie. ¿Es porque hay que tener en cuenta algo que ha pasado por alto? ¿O es que en realidad no hubo tanta agua?
Tharsis, la enorme extensión volcánica
El nuevo modelo presentado por el equipo de Manga propone una solución: que la respuesta esté en Tharsis, una gran formación volcánica de 5.000 kilómetros de extensión y que apareció hace unos 3.700 millones de años. La masa de Tharsis es tan importante que genera un abultamiento en el extremo opuesto de Marte y una gran depresión entre ambos. En la actualidad, cobija los mayores volcanes del Sistema Solar, entre los que destaca “Olympus Mons”.
Podría ser que cuando estos océanos existieran, fueran más pequeños de lo que sugiere la topografía actual. Y esto podría ser porque en el pasado, esa topografía fuera totalmente distinta a la de hoy en día. Precisamente porque Tharsis aún no había crecido.
“Hasta ahora, la asunción era que Tharsis se formó rápido y pronto, y no gradualmente, y que los océanos aparecieron después”, recuerda Manga. “Nosotros sostenemos que los océanos son anteriores y que después acompañaron a las fugas de lava que crearon Tharsis”.
La idea de que los océanos se formaron a la vez que esta formación volcánica explicaría varias cosas. Por una parte, que las erupciones de Tharsis liberaran tantos gases a la atmósfera que crearon un efecto invernadero suficiente como para calentar el ambiente, y permitir la presencia de agua líquida en Marte. Otro punto importante fue que esas erupciones quizás crearon canales que facilitaron el ascenso del agua almacenada en el subsuelo hasta la superficie.
Todo esto también explicaría algo bastante extraño. En ciertas zonas de Marte la línea de costa no está nivelada: de hecho, es posible encontrar contornos hasta un kilómetro más altos que otros. Según los autores del estudio, esto tiene sentido si, mientras esos océanos existían, la propia superficie de Marte se estaba transformando. Y Tharsis es la mejor explicación para esto.
Los océanos de Arabia y Deuteronilus
Estas irregularidades podrían explicarse si el primer océano en desarrollarse en Marte, y llamado Arabia, hubiera nacido hace 4.000 millones de años y, desde ese momento, hubiera aparecido y desaparecido de forma intermitente, a la vez que Tharsis rugía con sus volcanes e iba creciendo. Esto habría hecho ascender y descender el terreno en ciertos lugares, creando una línea de costa muy irregular. Según las observaciones hechas por los científicos, este primer gran océano habría existido durante el 20 por ciento
de la primera parte de la “vida” de Tharsis, en la que sus volcanes estaban activos y expulsaban lava.
Después, y ya al final de la vida de la formación volcánica, el último 17 por ciento de su tiempo de crecimiento habría permitido la aparición de otro océano, Deuteronilus, hace unos 3.600 millones de años.
Un gran pero poco profundo cuerpo de agua
“Estas líneas de costa podrían haber sido trazadas por un gran cuerpo de agua que existió antes y durante la formación de Tharsis, y no antes”, explica Robert Citron, también investigador en la Universidad de California en Berkeley, en un comunicado.
A la vista de lo observado en la corteza marciana, estos océanos no eran muy profundos. Tan solo podían albergar la mitad del agua que hasta ahora se le atribuía al pasado de Marte.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los autores han presentado una hipótesis. Hace unos once años, Manga presentó otra idea para explicar las complejas líneas de costa que se observan hoy en Marte, pero que luego fue descartada por los datos. “Esto es una hipótesis. Pero los científicos pueden hacer observaciones más precisas en Tharsis y en las líneas de costa para ver si se sostiene”. A fin de cuentas, es así como la ciencia avanza, poco a poco.
Para ello, la misión “Insight”, de la NASA, podría ser de mucha ayuda. Si todo va bien, posará una sonda que investigará el interior del planeta con sismómetros y en busca de agua líquida.
Fuente: abc.es