Cuando se preparan para su transporte, las manzanas y otras frutas suelen tratarse con un fungicida para evitar su deterioro y prolongar su vida útil. Esta práctica preserva la frescura, pero puede ser un arma de doble filo, ya que pueden ayudar a seleccionar y potenciar la transmisión de levaduras patógenas resistentes a múltiples fármacos, según un estudio publicado en ‘mBio’, una revista de acceso abierto de la Sociedad Americana de Microbiología.
En estudios anteriores se examinó el efecto de los fungicidas en el patógeno humano ‘Aspergillus fumigatus’, recuerda la micóloga Anuradha Chowdhary, doctora en medicina de la Universidad de Delhi (India), pero el nuevo trabajo se centra en las cepas resistentes a los fármacos de ‘Candida auris’, una levadura patógena que se propaga rápidamente en los hospitales y que ha sido aislada en la naturaleza. Los fungicidas utilizados en la agricultura pueden seleccionar inadvertidamente los hongos resistentes a los fármacos, añade Chowdhary.
Ella y sus colaboradores examinaron las superficies de 84 frutas, que representan 9 tipos diferentes de frutas de árbol, para detectar la ‘C. auris’ patógena y otras levaduras. Las frutas se recogieron en 2020 y 2021 en zonas del norte de la India y entre ellas había 62 manzanas, 20 recogidas en huertos y 42 compradas en un mercado de Delhi. Cada especie de fruta albergaba al menos un tipo de levadura.?
Los científicos se centraron en las manzanas. Encontraron cepas de ‘C. auris’ resistentes a los medicamentos en un total de 8 manzanas (13%) y utilizaron la secuenciación del genoma completo para identificar 16 colonias distintas. Las manzanas incluían 5 variedades Red Delicious y 3 Royal Gala. Las 8 manzanas habían sido almacenadas antes de su compra, y ninguna de las manzanas recién recogidas albergaba ‘C. auris’.
El grupo encontró otras cepas de ‘Candida’ en las manzanas envasadas, señala el microbiólogo Jianping Xu, doctor de la Universidad McMaster (Canadá), que codirigió el estudio con Chowdhary.
‘C. auris’ es resistente a muchos medicamentos. Se identificó por primera vez en 2009 en Japón, y desde entonces ha aparecido o se ha extendido a todos los continentes habitados. Los investigadores han estado investigando cómo se origina y se propaga el patógeno.
“Todavía no entendemos realmente las fuerzas que impulsan la aparición simultánea de múltiples grupos genéticos distintos de ‘C. auris'”, señala Xu.
Un estudio dirigido por Chowdhary y Xu publicado el año pasado en mBio fue el primero en aislar ‘C. auris’ de un entorno natural, las marismas y playas de arena de un ecosistema costero natural en las islas Andamán (India).
Los nuevos hallazgos sugieren que las manzanas podrían ser una fuerza selectiva para el patógeno, y ayudar a su propagación. Aunque el estudio se centró en frutas recogidas en el norte de la India, Xu señala que la propagación de ‘C. auris’ no es un fenómeno específico de la India.
Es una amenaza mundial y en 2019, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades identificaron a ‘C. auris’ como uno de los 5 patógenos que suponen una amenaza urgente para la salud pública en todo el mundo. Para averiguar cómo responder a la amenaza del patógeno para los humanos, los investigadores necesitan saber cómo viaja a través de otros sistemas naturales.
“Cuando estudiamos los patógenos humanos, tendemos a fijarnos en lo que nos es inmediato –apunta Xu–. Pero tenemos que mirar de forma más amplia. Todo está conectado, todo el sistema. La fruta es sólo un ejemplo”.
Los hongos son una parte importante del medio ambiente, y Chowdhary señala que el nuevo estudio muestra cómo el medio ambiente, los animales y los seres humanos están conectados, el principio central del concepto de One Health (Una Salud). “Este concepto justifica los esfuerzos continuos y nuestra atención en la prevención de la transmisión de infecciones”, concluye.
Fuente: europapress.es