En los últimos 30 años se ha producido una serie de cambios y circunstancias asociadas al deterioro global de la función reproductiva tanto masculina como femenina
La función reproductiva tanto masculina como femenina se está deteriorando desde hace 30 años, según la Fundación Puigvert, cuyo Banco de Semen ha rechazado entre junio de 2022 y junio de 2023 a un 80 % de los donantes de semen, la mitad de ellos por su baja calidad seminal.
“La calidad seminal es multifactorial, intervienen variables biológicas, ambientales y genéticas”, según el director del Banco de Semen de la Fundación Puigvert de Barcelona, el andrólogo Lluís Bassas.
“Estos resultados -ha puntualizado Bassas- no significan que los donantes rechazados sean infértiles, sino que los parámetros de su seminograma son insuficientes para los estándares que pedimos, ya que los requisitos que se solicitan para entrar en el programa son entre 3 y 4 veces superiores a lo que se consideraría normal”.
Sin embargo, ha admitido que en los últimos 30 años se ha producido una serie de cambios y circunstancias asociadas al deterioro global de la función reproductiva tanto masculina como femenina.
Además de la baja calidad seminal, el andrólogo ha explicado que también rechazan donantes por otros factores, como la presencia de infecciones de transmisión sexual asintomáticas, falta de compromiso por parte del donante, historia familiar de enfermedades hereditarias, falta de continuidad por parte del donante o la detección de anomalías genéticas.
Según Bassas, “este criterio de calidad es necesario porque las muestras se van a congelar-descongelar, y someter a procesos de selección en el laboratorio”.
Según los resultados del Programa de Donación de Semen de la Fundación Puigvert (junio de 2022-junio de 2023), entre un 10 y un 20 por ciento de los candidatos que superan la primera visita de exploración y anamnesis y hacen las analíticas correspondientes (seminograma), son aceptados para entrar en el programa de donantes.
Para ser “candidato efectivo”, además de tener entre 18 y 35 años y un buen estado de salud general, hay que pasar una serie de pruebas diagnósticas: un seminograma, una analítica completa de sangre y orina para descartar enfermedades generales e infecciones de transmisión sexual, y un estudio genético para descartar enfermedades transmisibles a la descendencia.
Bassas ha recordado que el servicio de Andrología de la Fundación Puigvert creó en 1986 el primer banco de semen público de España con un doble propósito: dar respuesta a los problemas reproductivos de parejas a través del Programa de Reproducción Asistida (PRA) y para investigar las causas de la infertilidad masculina.
Según el andrólogo, la infertilidad masculina es una alteración que va más allá de la calidad seminal en sentido estricto porque “tenemos que poner en contexto que en los últimos 30 años se han producido una serie de cambios y circunstancias que, sin ninguna duda, han tenido un impacto directo en el deterioro global de la función reproductiva”.
En este sentido, “la edad más avanzada de las parejas y la prevalencia de enfermedades como la hipertensión, obesidad, diabetes son factores que contribuyen a este aumento de la infertilidad, aunque también hemos observado algunos factores crípticos que predisponen a la infertilidad en personas que nacieron mediante una técnica de reproducción asistida y que ahora se encuentran en edad reproductiva”.
Bassas ha apuntado que “existen otros factores, que son controlables y están relacionados con el consumo de sustancias dopantes o anti androgénicos, a las que se añaden el consumo de tabaco o alcohol u otras sustancias, estrés, mala alimentación, vida sedentaria y falta de ejercicio físico”.
“El mensaje es que cuantos más factores de riesgo acumula una persona, mayor riesgo de que presente problemas reproductivos”, ha concluido el director del Banco de Semen de la Fundación Puigvert.
Fuente: Agencias