32 pacientes ingresados por coronavirus están recibiendo distintas dosis de un medicamento basado en anticuerpos y diseñados específicamente para la enfermedad. Fabricado en solo tres meses a partir de la sangre de un enfermo recuperado, podría ofrecer cierta inmunidad temporal contra el virus
La noticia: 32 pacientes de EE. UU. han empezado a recibir el primer fármaco de anticuerpos desarrollado específicamente para tratar la COVID-19. El fármaco, denominado LY-CoV555, se les está administrando en distintas dosis y, si se demuestra que es seguro, se empezará a probar en enfermos de coronavirus no hospitalizados a finales de este verano.
La gran idea: el medicamento ha sido creado en solo tres meses. Los investigadores utilizaron la sangre extraída de un enfermo de COVID-19 de EE. UU. que sobrevivió la enfermedad al inicio de la pandemia, en febrero, y que contenía los anticuerpos que se adhieren al virus y lo neutralizan. El objetivo es convertir la buena respuesta inmunológica de una persona a la COVID-19 en un medicamento que pueda beneficiar a todos. Estos medicamentos no son vacunas y no ofrecerían inmunidad permanente. Pero podrían actuar como inyección temporal que conferiría semanas o meses de protección. Si el ensayo que acaba de comenzar sale bien, será uno de los primeros tratamientos para la COVID-19. Podría estar disponible para final de año si todo va bien.
No es el único: este medicamento en concreto es el resultado de una colaboración entre el gigante farmacéutico Eli Lilly y la empresa de biotecnología con sede en Vancouver (Canadá) AbCellera. No obstante, hay más organizaciones intentando crear sus propios fármacos de anticuerpos. Se espera que Regeneron y una asociación entre GlaxoSmithKline y Vir Biotechnology inicien pronto los ensayos de sus versiones.
El panorama más amplio: este medicamento no será una bala de plata. El virus aún no se conoce muy bien, lo que dificulta bastante su tratamiento. Los cócteles de anticuerpos podrían provocar que los contagiados enfermen aún más. Incluso si funciona según lo previsto, al principio las cantidades estarían muy limitadas, lo que significa que los médicos tendrían que priorizar quién lo recibe primero. La buena noticia es que este ensayo de medicamentos con anticuerpos es solo uno de los cientos de ensayos clínicos en curso con tratamientos de todo tipo, desde los que reutilizan fármacos desarrollados para otras enfermedades hasta vacunas contra la COVID-19 completamente nuevas.
Fuente: technologyreviews.es