Un equipo de científicos de la Universidad de Glasgow acaba de presentar una novedosa técnica que puede allanarnos el camino hacia una base permanente en la Luna. Se trata de un procedimiento que extrae grandes cantidades de oxígeno del regolito lunar y convierte el polvo restante en metales aprovechables.
Nuestra Luna no tiene atmósfera, pero en realidad sí que tiene mucho oxígeno si sabemos dónde buscarlo.
El elemento químico está unido a otros en diferentes óxidos que forman el fino polvo de cristales y minerales que conocemos como regolito. Puede parecer poco, pero en realidad el polvo que cubre la Luna está compuesto de entre un 40 y un 45% de oxígeno, indica Gizmodo.
El gran problema, por supuesto, es cómo extraer ese oxígeno. Los métodos conocidos hasta ahora eran altamente ineficientes y requerían grandes cantidades de energía o someter el regolito a temperaturas elevadísimas, algo que no es sencillo de llevar a cabo en la Luna. La técnica desarrollada por la químico Beth Lomax y su equipo se conoce como electrólisis de sales fundidas, y consiste básicamente en mezclar el regolito con un electrolitro (cloruro de calcio), calentarlo a 950 grados y aplicar una corriente eléctrica.
Bajo esas condiciones, el regolito no llega a fundirse, sino que se degrada, liberando todo su oxígeno y dejando un polvo grueso que contiene los metales residuales presentes en el polvo original. Fundamentalmente aleaciones de hierro-aluminio, hierro-silicio y calcio-sillicio-aluminio. Todos esos materiales son potencialmente aprovechables.
El procedimiento parece complejo, pero reduce la temperatura necesaria, que hasta ahora era de 1.600 grados, y tiene la ventaja de que extrae prácticamente todo el oxígeno presente en los minerales en muy poco tiempo.
En las primeras 15 horas extrae el 75% del oxígeno disponible. En 50 horas ha extraído el 96%. Los investigadores de Glasgow han comprobado experimentalmente el método usando una réplica idéntica de regolito que se fabrica aquí en la Tierra con fines científicos. Un particular puede comprar esta mezcla de regolito, pero no sale barata.
La técnica aún puede refinarse más, pero sería de increíble utilidad en la Luna ya que proporcionaría oxígeno para combustible y soporte vital, así como diferentes metales con los que fabricar equipamiento.
Fuente: elimparcial.com