La gran reserva de este gas primigenio brinda información valiosa sobre cómo y en qué condiciones surgió nuestro planeta
Uno de los primeros gases que se formaron minutos después del Big Bang, hace unos 13.800 millones de años, se está escapando del núcleo de la Tierra, asegura un equipo de astrónomos en un artículo de la revista Geochemistry, Geophysics, Geosystems.
Se trata de una fuga de helio 3, un isótopo que se filtra desde el centro terrestre en pequeñas cantidades y son expulsadas a través de las grietas de las placas tectónicas bajo el océano. Este elemento es muy escaso en el planeta comparado con el isótopo más común de dicho gas, el helio 4, que representa más del 99,99 % de toda la reserva existente del helio en el globo.
Si bien la mayor cantidad de helio 3 se formó tras la explosión cósmica que dio origen al universo, cuando comenzaron a enlazarse los primeros protones y neutrones, el gas primordial también se puede formar dentro las nebulosas estelares, que son regiones gigantescas de gas y polvo molecular en el espacio.
Así, la detección de una fuga de helio 3 en el núcleo proporciona una evidencia sólida de que nuestro planeta y los vecinos del sistema solar se formaron dentro de una nebulosa solar próspera y no en sus exteriores. Esta teoría, denominada hipótesis nebular, ha sido debatida durante décadas.
Según los astrónomos, un planeta en formación siempre acumula material de su lugar de origen en el cosmos, por lo que un análisis de la composición química de todas sus capas refleja de modo fehaciente cómo era su entorno al nacer.
“Es una maravilla de la naturaleza y una pista para la historia de la Tierra, que todavía exista una cantidad significativa de este isótopo en su interior”, señaló en un comunicado Peter Olson, geofísico de la Universidad de Nueva York y principal autor de la investigación.
¿Cuánto helio-3 se escapa de la Tierra?
Según Olson, el núcleo terrestre emite cada año 2 kg. de helio 3, una cantidad significativa para el planeta y lo suficiente para “llenar un globo del tamaño de un escritorio”.
Los autores llegaron a esta cifra tras modelar en simulaciones de computadora la abundancia de helio durante dos fases geológicas del planeta: su origen temprano —cuando su interior acumulaba mucho helio— y la formación de la Luna. En esta última etapa, el planeta azul perdió gran parte del gas tras el impacto del gran objeto que también dio origen al satélite.
El depósito de helio-3 restante se estima entre 10 teragramos (10 millones de toneladas) y un petagramo (un billón de toneladas), sugieren los modelos informáticos.
El helio 3 también se considera como un potencial combustible para los reactores nucleares de fusión que se haya en abundancia en la Luna debido a carecer de atmósfera.
La Tierra podría conservar en su interior otros gases primigenios similares al helio 3 (como el hidrógeno), sostienen los autores del estudio; sin embargo, aún falta más investigación para poder hallar sus fugas y así tener un panorama más completo.
Fuente: larepublica.pe