Se descarta el impacto de un meteorito como origen del mayor terremoto registrado en Marte, que en realidad fue el resultado de enormes fuerzas tectónicas dentro de la corteza del Planeta Rojo.
Es la conclusión de un equipo internacional de científicos liderado por la Universidad de Oxford que se publica en Geophysical Research Letters.
El temblor, que tuvo una magnitud de 4,7 y provocó vibraciones que reverberaron por todo el planeta durante al menos seis horas, fue registrado por el módulo de aterrizaje InSight de la NASA el 4 de mayo de 2022.
Debido a que su señal sísmica era similar a la de anteriores terremotos causados por impactos de meteoroides, el equipo creyó que este suceso (bautizado como «S1222a») podría haber sido causado también por un impacto, y lanzó una búsqueda internacional de un nuevo cráter.
Aunque Marte es más pequeño que la Tierra, tiene una superficie terrestre similar porque no tiene océanos. Para estudiar esta enorme extensión de terreno (144 millones de km2), el doctor Benjamin Fernando, director del estudio y profesor de la Universidad de Oxford, solicitó la colaboración de la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Nacional China, la Organización de Investigación Espacial de la India y la Agencia Espacial de los Emiratos Árabes Unidos.
Se cree que es la primera vez que todas las misiones en órbita alrededor de Marte colaboran en un mismo proyecto. Cada grupo examinó los datos de sus satélites en órbita alrededor de Marte en busca de un nuevo cráter o de cualquier otra señal reveladora de un impacto (por ejemplo, la aparición de una nube de polvo en las horas posteriores al seísmo).
Tras varios meses de búsqueda, el equipo ha anunciado hoy que no se ha encontrado ningún cráter nuevo. Su conclusión es que el suceso se debió a la liberación de enormes fuerzas tectónicas en el interior de Marte. Los resultados, publicados en la revista ‘Geophysical Research Letters’, indican que el planeta es mucho más activo sísmicamente de lo que se pensaba.
«Seguimos pensando que Marte no tiene ninguna placa tectónica activa en la actualidad, por lo que es probable que este suceso se debiera a la liberación de tensiones en el interior de la corteza marciana –reconoce en un comunicado el doctor Fernando–. Estas tensiones son el resultado de miles de millones de años de evolución, incluido el enfriamiento y la contracción de distintas partes del planeta a ritmos diferentes».
«Aún no comprendemos del todo por qué algunas partes del planeta parecen tener mayores tensiones que otras, pero resultados como éstos nos ayudan a seguir investigando –prosigue–. Algún día, esta información podría ayudarnos a comprender dónde sería seguro para los humanos vivir en Marte y dónde sería mejor evitarlo».
Pero destaca que «este proyecto representa un enorme esfuerzo internacional para ayudar a resolver el misterio de S1222a, y estoy increíblemente agradecido a todas las misiones que han contribuido. Espero que este proyecto sirva de modelo para colaboraciones internacionales productivas en el espacio profundo», confía.
Por su parte, la doctora Daniela Tirsch, Coordinadora Científica de la Cámara Estéreo de Alta Resolución a bordo de la nave Mars Express de la Agencia Espacial Europea, subraya que «este experimento demuestra lo importante que es mantener un conjunto diverso de instrumentos en Marte, y estamos muy contentos de haber contribuido a completar el enfoque multiinstrumental e internacional de este estudio».
Desde China, el doctor Jianjun Liu, del Observatorios Astronómicos Nacionales, Academia China de Ciencias), asegura que están «dispuestos a colaborar con científicos de todo el mundo para compartir y aplicar estos datos científicos para obtener más conocimientos sobre Marte, y estamos orgullosos de haber proporcionado datos de los generadores de imágenes en color de Tianwen-1 para contribuir a este esfuerzo».
Igualmente, la doctora Dimitra Atri, jefa de grupo de Marte en la New York University Abu Dhabi y contribuidora de datos de la nave espacial Hope de los Emiratos Árabes Unidos, ha destacado su oportunidad de colaborar con el equipo de InSight, así como con personas de otras misiones importantes dedicadas al estudio de Marte. «Estamos en la edad de oro de la exploración de Marte», asegura.
S1222a fue uno de los últimos eventos registrados por InSight antes de que se declarara el fin de su misión en diciembre de 2022. El equipo está avanzando ahora aplicando los conocimientos de este estudio a futuros trabajos, incluidas las próximas misiones a la Luna y a Titán, la luna de Saturno.
Fuente: europapress.es