A lo largo de las costas del Caribe, América Central, los bordes septentrionales de América del Sur e incluso en el sur de Florida, se puede encontrar un tipo de árbol playero de aspecto agradable, con frecuencia cargado de pequeñas frutas de color amarillo verdoso muy parecidas a las manzanas, cuyo agradable aroma invita a darles un bocado. Lo mejor es no caer en esa tentación, pues se trata de una fruta venenosa.
Nos referimos al árbol manchineel (Hippomane mancinella), conocido también como la manzana de playa, manzanilla de la muerte, árbol de la muerte o guayaba venenosa.
El manchineel es un hermoso árbol de copa redonda que crece hasta 12 metros (40 pies). Tiene hojas de color amarillo verdoso largas, y elípticas, flores de color verde amarillo y corteza de color marrón rojizo a café grisáceo, profundamente surcada o agrietada.
Sus atractivas, frutas de color amarillo a rojizo y aroma dulce, han envenenado desde los conquistadores españoles, los náufragos y a los turistas actuales.
No se trata de una exageración, la interacción e ingestión de cualquier parte de este árbol puede acarrear graves consecuencias. Este árbol produce una savia espesa y lechosa que puede exudar de las hojas, las ramas, la corteza y la fruta.
Se sabe que la savia causa ampollas y quemaduras cuando entra en contacto con la piel. Se ha reportado que el contacto con los ojos produce una fuerte inflamación e incluso ceguera temporal. Pero estos efectos también se han registrado estos efectos por los compuestos irritantes transportados en el humo de la madera en llamas de este árbol.
Las toxinas específicas que se encuentran en la savia y en las frutas de este árbol permanecen parcialmente desconocidas. Sin embargo, y a pesar del riesgo que representa, los ancestrales pueblos aborígenes del Caribe estaban familiarizados con el árbol y lo usaron para muchos propósitos; la savia, en particular, se usó para envenenar las puntas de sus flechas.
El árbol manchineel es miembro de una familia de plantas conocidas como los “spurges”, un nombre que proviene de la palabra “purga”, porque, aunque todas estas plantas tienen savia tóxica, la intensidad de la toxicidad varía y en algunas regiones lo utilizan como laxante.
Se ha documentado que la goma de la corteza de este árbol se ha usado para tratar enfermedades venéreas y la hidropesía en Jamaica, mientras que los frutos secos se han usado como diuréticos.
Aunque el árbol de manchineel es venenoso para los humanos y muchos animales, el garrobo o iguana de América Central y del Sur, es capaz de comer los frutos de este árbol, y algunas veces se encuentra viviendo entre las ramas del árbol.
Fuente: tekcrispy.com