Nuevas imágenes con una técnica no invasiva han revelado secretos del contenido de seis antiguos ataúdes egipcios sellados de animales, con información relevante sobre su fabricación y uso.
La momificación de animales era una práctica muy extendida en el antiguo Egipto e investigaciones anteriores han sugerido que se creía que algunos animales momificados eran encarnaciones físicas de deidades, mientras que otros podrían haber representado ofrendas a deidades o haber sido utilizados en representaciones rituales.
El investigador Daniel O’Flynn y sus colegas del Museo Británico analizaron el contenido de seis ataúdes sellados de animales mediante tomografía de neutrones –una técnica que crea imágenes de objetos en función de la medida en que los neutrones emitidos por una fuente pueden atravesarlos– después de que los intentos anteriores de estudiar los ataúdes con rayos X resultaran infructuosos. Publican resultados en Scientifoic Reports.
Los seis ataúdes están hechos de compuestos de cobre. Los autores señalan que es raro que tales ataúdes sigan sellados. Tres de los ataúdes, rematados con figuras de lagartos y anguilas, así como lazos, se han datado entre el 500 y el 300 a.C. y fueron descubiertos en la antigua ciudad de Naukratis, informa el Museo Británico.
Un cuarto ataúd, rematado por una figura de lagarto, se ha datado entre el 664 y el 332 a.C. y se descubrió en la antigua ciudad de Tell el-Yehudiyeh. Los otros dos ataúdes, rematados con figuras en parte de anguila y en parte de cobra con cabezas humanas, se han datado aproximadamente entre 650 y 250 a.C. y son de origen desconocido.
Los autores identificaron huesos en tres de los ataúdes, entre ellos un cráneo intacto con dimensiones similares a las de un grupo de lagartos de pared que contiene especies endémicas del norte de África, así como indicios de huesos rotos en otros dos ataúdes.
También identificaron fragmentos textiles dentro de tres ataúdes que posiblemente estaban hechos de lino, que se utilizaba habitualmente en la momificación del Antiguo Egipto. Proponen que el lino pudo envolver a los animales antes de introducirlos en los ataúdes.
Los autores hallaron plomo en los tres ataúdes sin lazos, lo que sugieren que pudo utilizarse para ayudar a distribuir el peso en dos de ellos y para reparar un agujero hallado en el otro. Especulan con la posibilidad de que se eligiera el plomo por su condición de material mágico en el Antiguo Egipto, ya que investigaciones anteriores habían propuesto que se utilizaba en amuletos y maldiciones.
Los investigadores no encontraron más plomo en los tres ataúdes con lazos. Sugieren que los lazos podrían haberse utilizado para suspender estos ataúdes más ligeros de las paredes de los templos o santuarios, o de las estatuas o embarcaciones utilizadas durante las procesiones religiosas, mientras que los ataúdes más pesados que contenían plomo sin lazos podrían haberse utilizado para otros fines.
Fuente: europapress.es