Si te pedimos nombres de inventores importantes, es muy probable que Thomas Edison, Alexander Graham Bell o Leonardo da Vinci estén entre los primeros que te vengan a la cabeza.
Pero ¿y las mujeres? ¿Qué ocurre con Mary Anderson o Ann Tsukamoto?
Tal vez nunca hayas escuchado sus nombres, pero son dos de las inventoras que contribuyeron a la innovación científica y tecnológica y crearon objetos que usamos en nuestro día a día.
Para esta edición de 100 mujeres -la temporada de la BBC para destacar temas vinculados a la mujer en el mundo- hemos destacado los nombres de algunas de las inventoras más destacadas.
Te invitamos a conocer más sobre ellas.
1. Software computacional – Grace Hopper
Grace Hopper fue la bisnieta de un almirante de la Armada de Estados Unidos y nieta de ingeniero civil. Tras estudiar matemáticas y física, decidió seguir los pasos de su bisabuelo y unirse a las fuerzas armadas.
Luego de ingresar en la Marina de EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial, a la contraalmirante Grace Hopper le asignaron la tarea de trabajar en un proyecto de la Universidad de Harvard para desarrollar una computadora, la Mark 1.
Poco después, llegaría a colocarse a la vanguardia de la programación computacional de la década de 1950.
Fue ella quien inventó el primer compilador, capaz de traducir instrucciones a códigos que las computadoras pueden leer, haciendo que la programación sea más rápida y revolucionando así la manera en que trabajan las máquinas.
Hopper también ayudó a popularizar el concepto de «depuración de programas» (que en inglés se conoce como debugging, pues bugs son los errores de programación) que todavía utilizamos hoy día.
Algunos la llamaban Amazing Grace (increíble Grace) y siguió trabajando con computadoras hasta que se retiró de la armada, a los 79 años.
2. Identificador de llamadas y llamada en espera – Shirley Ann Jackson
Shirley Ann Jackson es una física estadounidense cuyas investigaciones en la década de 1970 permitieron desarrollar el identificador de llamadas y la llamada en espera, que seguimos usando hoy día.
Además, sus hallazgos en el campo de las telecomunicaciones sirvieron de base para que otros crearan más tarde el fax, los cables de fibra óptica y las celdas solares.
Fue la primera mujer afroamericana en obtener un doctorado en el prestigioso MIT (el Instituto Tecnológico de Massachussetts), y la segunda mujer en Estados Unidos en obtener un doctorado en física.
También trabajó en el Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN), en Suiza.
3. Limpiaparabrisas- Mary Anderson
En un día de invierno de 1903, Mary Anderson se encontraba visitando Nueva York, en EE.UU., cuando se dio cuenta de que el conductor del tranvía se veía forzado a abrir la ventanilla para poder limpiar la nieve del cristal.
Cada vez que lo hacía, los pasajeros se congelaban de frío.
Anderson se puso a pensar en una solución y se le ocurrió crear una cuchilla de goma que podía manejarse desde el interior del vehículo. En 1903 ganó la patente para desarrollar el invento.
Al principio, no tuvo éxito entre las empresas automovilísticas, que pensaron que podría distraer a los conductores.
Anderson nunca se benefició de su invención, aunque más tarde se volviera algo normativo en todos los vehículos.
4. Baterías de la Estación Espacial Internacional – Olga D González-Sanabria
Olga D. González-Sanabria trabaja en la NASA y es la directora de ingeniería y servicios técnicos en el John H. Glenn Research Center.
Esta puertorriqueña desarrolló en la década de los 80 la tecnología que permitió a fabricar las baterías de larga duración de níquel e hidrógeno que se usan en la Estación Espacial Internacional (EEI, por sus siglas en inglés).
Esas baterías permiten almacenar energía eléctrica generada por los paneles solares de la estación.
González-Sanabria estudió ingeniería química en la Universidad de Puerto Rico y más tarde continuó su formación en la Universidad de Toledo, en Ohio, EE.UU.
Es la hispana de mayor rango en el Glenn Research Center de la NASA.
5. Sistema de vigilancia doméstico- Marie Van Brittan Brown
Marie Van Brittan Brown era enfermera y a menudo estaba sola en casa. Un día se le ocurrió una idea para sentirse más segura.
Junto a su marido, Albert, Van Brittan Brown desarrolló el primer sistema de seguridad con circuito cerrado de televisión para combatir el auge de crímenes y la falta de respuesta policial en Queens, Nueva York, EE.UU., en la década de los 60.
Todo lo que la cámara filmaba, aparecía en un monitor. El sistema incluía cuatro objetivos que se podía manipular para mirar a través de cada uno de ellos.
En el dormitorio había también un botón de alarma.
Aunque fue diseñado para uso doméstico, muchas empresas comenzaron a usarlo también. Ganó un premio del Comité Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
6. Aislamiento de células madre – Ann Tsukamoto
La investigadora científica Ann Tsukamoto ganó una patente en 1991 para desarrollar las placas de Petri, esos platillos que se usan en el laboratorio para aislar células madre con efectividad.
Este descubrimiento fue vital para comprender cómo crecen las células en pacientes con cáncer y podría conducir a su cura en un futuro.
Tsukamoto dirige actualmente investigaciones sobre el crecimiento de células madre y ha patentado otros siete inventos.
7. Lavaplatos – Josephine Cochrane
Josephine Cochrane solía tener invitados en casa, y un día tuvo la idea de desarrollar un aparato que facilitaría la vida a hombres y mujeres en todo el mundo: el lavaplatos.
El invento fue triunfal y se convirtió en el primer lavavajillas comercialmente exitoso del mundo. Otros intentos previos no había sido viables.
La máquina tenía un motor que hacía girar una rueda dentro de un hervidor de cobre y fue la primera que usaba agua a presión de forma automática.
Cochrane tuvo la idea de sacar adelante el proyecto tras la muerte su marido, un político y comerciante que la dejó arruinada y con deudas. Ganó la patente en 1886 y llegó a abrir su propia fábrica.
8. Kevlar – Stephanie Kwolek
Esta química polaco-estadounidense inventó en 1965 el poliparafenileno tereftalamida, una fibra altamente resistente conocida como kevlar que se usa en la elaboración de chalecos antibalas.
Este material es cinco veces más fuerte que el acero y ha permitido salvar millones de vidas.
También se encuentra en otros productos, como guantes domésticos, llantas,, teléfonos móviles, aviones y puentes de suspensión, entre muchos otros.
Fuente: bbc.com