La pérdida de memoria relacionada con la edad puede revertirse mediante el aumento de los niveles sanguíneos de osteocalcina, una hormona producida por las células óseas, según estudios realizados con ratones llevados a cabo por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia (CUMC), en Nueva York, Estados Unidos. El equipo también identificó un receptor de la osteocalcina en el cerebro, allanando el camino hacia un nuevo enfoque para tratar el deterioro cognitivo relacionado con la edad, como se informa en un artículo publicado este martes en la edición digital de ‘Journal of Experimental Medicine’.
“En estudios anteriores, encontramos que la osteocalcina desempeña múltiples funciones en el cuerpo, incluyendo un papel en la memoria”, afirma el líder del estudio, Gerard Karsenty, profesor y presidente del Departamento de Genética y Desarrollo y profesor de Medicina en el CUMC. “También observamos que la hormona declina precipitadamente en los seres humanos durante la edad adulta temprana. Esto planteó una pregunta importante: ¿podría invertirse la pérdida de la memoria al restaurar esta hormona de nuevo a los niveles de la juventud? La respuesta, al menos en ratones, es sí. Hemos abierto una nueva vía de investigación sobre la regulación del comportamiento de las hormonas periféricas”.
El equipo de Karsenty, en colaboración con el laboratorio de Eric Kandel, profesor universitario y profesor de Ciencia del Cerebro en la universidad de Colombia y un importante autor de este estudio, condujo varios experimentos para evaluar el papel de la osteocalcina en la pérdida de memoria relacionada con la edad. En uno de ellos, suministraron a ratones envejecidos continuas infusiones de osteocalcina durante un periodo de dos meses, mejorando en gran medida el rendimiento de los animales en dos pruebas de memoria diferentes, alcanzando niveles observados sólo en roedores jóvenes.
Las mismas mejoras se vieron cuando se inyectó en ratones envejecidos el plasma sanguíneo de ratones jóvenes, que es rico en osteocalcina; pero no hubo mejoría de la memoria cuando se dio a ratones envejecidos el plasma de ratones jóvenes deficientes en osteocalcina. Sin embargo, añadir osteocalcina a este plasma antes de inyectarlo en los ratones envejecidos dio como resultado una mejora de la memoria. Los autores también usaron anticuerpos anti-osteocalcina para agotar la hormona en el plasma de ratones jóvenes, reduciendo su rendimiento en pruebas de memoria.
Se une a un receptor en el hipocampo cerebral
Los investigadores determinaron entonces que la osteocalcina se une a un receptor llamado Gpr158 que es abundante en las neuronas de la región CA3 del hipocampo, el centro de memoria del cerebro. Confirmaron este hallazgo mediante la inactivación de Gpr158 en el hipocampo de ratones y administrándoles posteriormente infusiones de osteocalcina, que no pudo mejorar su rendimiento en las pruebas de memoria.
Los investigadores no observaron ningún efecto tóxico de dar a los ratones la osteocalcina. “Es una parte natural de nuestro cuerpo, por lo que debe ser segura -subraya el doctor Karsenty–. Pero, por supuesto, necesitamos más investigación para traducir nuestros resultados para el uso clínico en los seres humanos”.
En investigaciones previas, el doctor Karsenty encontró que las inyecciones de osteocalcina también rejuvenecen los músculos de los ratones más viejos, permitiéndoles igualar las velocidades a la hora de correr y las distancias de los roedores jóvenes.
Fuente: Europa Press