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Descubren un extraño planeta errante que devora materia a una velocidad récord

Un misterioso «planeta errante» ha sido observado consumiendo seis mil millones de toneladas de gas y polvo por segundo, una tasa sin precedentes que difumina la línea entre planetas y estrellas, según informaron astrónomos. Este fenómeno ha captado la atención de la comunidad científica, ya que plantea interrogantes sobre la naturaleza y el origen de estos objetos celestes.

A diferencia de la Tierra y otros planetas que orbitan alrededor de una estrella, los planetas errantes se desplazan libremente a través del universo, desvinculados de cualquier sol. Se estima que podría haber billones de estos planetas en nuestra galaxia, aunque son difíciles de detectar debido a que, en su mayoría, se desplazan en una perpetua oscuridad.

Estos intrigantes cuerpos celestes han suscitado el interés de los astrónomos debido a su ambigüedad: «no son ni una estrella ni un planeta propiamente dicho», comentó Alexander Scholz, astrónomo de la Universidad de St Andrews en Escocia y coautor de un nuevo estudio. «Su origen sigue siendo una pregunta abierta: ¿son los objetos de menor masa formados como estrellas, o son planetas gigantes expulsados de sus sistemas de nacimiento?»

Observaciones sorprendentes

El equipo de investigadores detrás del estudio se sorprendió al observar un increíble crecimiento en un planeta errante situado a unos 620 años luz de la Tierra, en la constelación de Chamaeleon. Este planeta, oficialmente denominado Cha 1107-7626, tiene una masa entre cinco y diez veces mayor que la de Júpiter y se encuentra en una etapa temprana de su formación, con aproximadamente uno o dos millones de años.

Cha 1107-7626 está creciendo al absorber materia de un disco que lo rodea, un proceso conocido como acreción. Sin embargo, lo que los astrónomos observaron en agosto de este año fue sorprendente: el planeta comenzó a devorar materia a una velocidad récord de seis mil millones de toneladas por segundo, ocho veces más rápido que unos meses antes. «Este es el episodio de acreción más fuerte jamás registrado para un objeto de masa planetaria», afirmó Victor Almendros-Abad, autor principal del estudio, desde el Observatorio Astronómico de Palermo en Italia.

Al comparar la luz emitida antes y durante este episodio de «comilona», los científicos descubrieron que la actividad magnética estaba desempeñando un papel crucial en la atracción de materia hacia el objeto. Este fenómeno, hasta ahora observado únicamente en estrellas, también trajo consigo cambios en la química del disco: se detectó vapor de agua durante el episodio de acreción, algo que nunca antes se había visto en un planeta en formación.

Ray Jayawardhana, autor principal del estudio en la Universidad Johns Hopkins, destacó que este descubrimiento implica que algunos objetos comparables a planetas gigantes se forman de manera similar a las estrellas, a partir de nubes de gas y polvo en contracción, acompañados por sus propios discos. «Pasan por episodios de crecimiento como lo hacen las estrellas recién nacidas», añadió.

A pesar de su comportamiento inusual, se espera que Cha 1107-7626 mantenga características similares a las de los grandes planetas, dado su tamaño. Scholz afirmó que, a diferencia de las estrellas, este objeto «no es lo suficientemente masivo como para tener reacciones de fusión en el núcleo». Por lo tanto, «se enfriará inevitablemente a medida que envejezca».

Amelia Bayo, otra coautora del estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters, indicó que la idea de que un objeto planetario pueda comportarse como una estrella es «asombrosa». Esto «nos invita a preguntarnos qué mundos más allá del nuestro podrían ser como durante sus etapas nascentes». Las observaciones fueron realizadas por el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo del Sur en Chile, además de incluir datos del Telescopio Espacial James Webb.

Fuente: es.gizmodo.com

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