Encontrar todos los genes que contribuyen a formar el rostro de una persona es casi tan complicado como buscar una aguja en un pajar. Pero, ahora, un equipo de investigadores de las universidades de Lovaina, en Bélgica y Stanford, en California, han logrado acotar un poco esa búsqueda e identificar quince de dichos genes.
Para lograrlo, crearon una base con miles de rostros en 3D y con el ADN de cada una de las personas a las que pertenecían. Luego, fueron dividiendo el rostro en cuadrantes cada vez más pequeños, identificando hasta los rasgos faciales más imperceptibles. El siguiente paso fue tratar de averiguar si había algún loci genético (lugares específicos del cromosoma donde está localizado un gen u otra secuencia de ADN) que coincidía con alguna de esas características del rostro.
Y el resultado fue que lograron identificar hasta quince genes diferentes vinculados con dichos rasgos faciales. Siete de ellos lo estaban con la nariz, lo que según los investigadores supone un descubrimiento especialmente interesante. ¿Por qué? Pues debido al hecho de que, al estar formada por cartílago, la nariz es una parte del rostro que no puede reconstruirse a partir del simple estudio de un cráneo. Pero, en el futuro, si podría hacerse tomando como base el ADN.
De todas formas, faltan por descubrir muchos más genes involucrados en la formación de un rostro humano. Aunque este hallazgo supone un importante avance en esa búsqueda.
Fuente: quo.es