Los autores del estudio aseguran que una estadía prolongada en la Luna expondrá a los astronautas a altas dosis de radiación pese al uso de trajes espaciales
La radiación espacial en la superficie de la Luna podría ser dos o tres veces mayor que en la Estación Espacial Internacional (EEI) y 200 veces más que en la Tierra, según un nuevo estudio publicado en la revista Science Advances.
En las misiones Apolo de EE.UU., los astronautas llevaban consigo dispositivos que medían únicamente la dosis acumuladas de radiación durante toda la expedición. Pero ahora, gracias a un instrumento alemán instalado en el explorador lunar de China, Chang’e-4, se ha logrado realizar las primeras mediciones sistemáticas de la radiación en el satélite natural.
«Las mediciones nos dieron una tasa de dosis equivalente de aproximadamente 60 microsieverts por hora. En comparación, durante un vuelo de larga distancia de Fráncfort a Nueva York la tasa de dosis es de 5 a 10 veces menor, mientras que en la superficie de la Tierra es unas 200 veces más baja», señaló el físico y coautor del estudio Thomas Berger, del Instituto de Medicina Aeroespacial de Alemania.
Riesgo de cáncer
«En otras palabras, una estadía prolongada en la Luna expondrá los cuerpos de los astronautas a altas dosis de radiación» pese al uso de trajes espaciales, agregó.
Por su parte, Robert Wimmer-Schweingruber, de la Universidad de Kiel (Alemania), señaló que los «seres humanos no estamos hechos para resistir la radiación espacial», por lo que en las misiones prolongadas a la Luna los astronautas tendrán que protegerse, «cubriendo su hábitat con una gruesa capa de roca lunar» y así «reducir el riesgo de cáncer y otras enfermedades».
La EEI está protegida en parte por la magnetósfera de nuestro planeta, que desvía la mayor parte de la radiación espacial. Los datos del nuevo estudio «son relevantes para futuras misiones interplanetarias», asevera Thomas Berger.
Dado que la Luna no tiene campo magnético protector ni una atmósfera, el campo de radiación en la superficie lunar es similar al del espacio interplanetario.
«Con eso en mente, nuestras mediciones también pueden utilizarse para desarrollar modelos informáticos destinados a calcular la posible exposición a la radiación», para así adoptar medidas que contribuyan a la protección radiológica de los astronautas, concluyó. Está previsto que la NASA envíe una misión tripulada a la Luna en 2024.
Fuente: elciudadano.com