Investigadores de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, realizaron un estudio a partir del cual establecieron cuál es la dosis efectiva de naturaleza que se necesita para reducir el nivel de estrés.
«Sabemos que pasar tiempo en la naturaleza reduce el estrés, pero hasta ahora no estaba claro cuánto es suficiente, con qué frecuencia hacerlo o incluso qué tipo de experiencia en la naturaleza nos beneficiará, explica la doctora MaryCarol Hunter, autora del estudio.
La investigación publicada en la revista científica Frontiers in Psicology, demuestra que “para obtener el mayor beneficio, en términos de reducir de manera eficiente los niveles de cortisol, la hormona del estrés, debe pasar de 20 a 30 minutos sentado o caminando en un lugar que le brinde una sensación de naturaleza».
De esta manera, los investigadores denominan la “píldora de la naturaleza” a esta dosis de tiempo que sirve para contrarrestar el impacto negativo de la creciente urbanización y los estilo de vida en interiores dominados por las pantallas. Y aseguran que su implementación ofrece un efecto medible.
La investigación se llevó a cabo durante un período de 8 semanas, en el que se les indicó a los 44 participantes tomarse al menos 10 minutos tres veces por semana en contacto con la naturaleza. Los niveles de cortisol se midieron con muestras de saliva tomadas antes y después de estas “píldoras”, una vez cada dos semanas.
Se utilizó la prueba de la saliva, ya que la amilasa salival es una enzima producida por el sistema digestivo, que responde a factores estresantes tanto físicos como psicológicos.
Los participantes tenían la libertad de elegir el momento del día, la duración y el lugar de su experiencia con la naturaleza. Las únicas restricciones que se les aplicó fueron que sea durante la luz del día, sin realizar ejercicios aeróbicos, evitando el uso de celulares o pantallas, en silencio y sin libros.
A partir de este experimento, concluyeron que una experiencia de 20 minutos con la naturaleza es suficiente para reducir significativamente los niveles de cortisol. A partir de ese tiempo, los beneficios de eliminación del estrés continúan, pero de manera más lenta.
“Nuestro objetivo final es articular una «receta de la naturaleza» para uso de los médicos como un tratamiento de atención médica preventivo y autoadministrado para el bienestar mental que sea de bajo costo y efectivo en entornos cotidianos”, concluyó la investigadora.
Fuente: diariopopular.com.ar