Aunque los investigadores aún no saben cuál es origen de la explosión, esta ocurrió en una galaxia roja masiva a 2.000 millones de años luz de distancia
Aunque desde hace ya varios siglos la ciencia conoce las supernovas, esas gigantescas explosiones que se producen al final de la vida de una estrella masiva, un grupo de investigadores asegura haber descubierto una de las más particulares y brillantes. (Puede leer: Los humanos no somos los únicos primates que engordamos)
En un estudio publicado en la revista académica The Astrophysical Journal Letters, un extenso grupo de astrónomos describe la explosión denominada AT2022aedm. Para observarla, explican, utilizaron la red de telescopios robóticos ATLAS, que están ubicados en Hawái, Chiles y Sudáfrica.
Matt Nicholl, de la Facultad de Matemáticas y Física de la Universidad de Queen’s (Reino Unido), explicó que llevan “más de una década buscando las explosiones cósmicas más potentes, y esta es una de las más brillantes que hemos visto”.
Tras una primera observación, los científicos obtuvieron nuevos datos que les permitía asegurar que la explosión que estaba viendo no se comparaba a ninguna anteriormente observada. Además de la intensidad de esta, otro rasgo llamó su atención, pues esta pareció desvanecerse y enfriarse mucho más rápido de lo esperado.
Respecto a la velocidad de enfriamiento, Nicholl señala que, normalmente, una supernova muy luminosa se habrá desvanecido hasta la mitad de su brillo en un mes. Sin embargo, tras un mes, AT2022aedm se había desvanecido a menos del 1 % de su pico de brillo. “¡Básicamente desapareció!”, comentó el investigador.
Esto es aún más llamativo si se tiene en cuenta que esta explosión, dicen los científicos, es tan brillante como 100.000 millones de soles.
Un tercer aspecto sorprendió a los científicos: el lugar donde ocurrió la explosión. De acuerdo con Shubham Srivastav, de la Universidad de Queen’s, los datos arrojan que la explosión sucedió en una galaxia roja masiva a 2.000 millones de años luz de distancia. “Estas galaxias contienen miles de millones de estrellas como nuestro Sol, pero no deberían tener ninguna tan grande como para acabar en supernova”, apuntó.
Aunque los investigadores aún no tienen certeza de cuál es la naturaleza de la explosión, sí han descartado varias hipótesis. “El exquisito conjunto de datos que hemos obtenido descarta que se trate de otra supernova. La explicación más plausible parece ser la colisión de un agujero negro con una estrella”, concluyó Nicholl.
Fuente: elespectador.com