La novedad de los organismos identificados es que pueden degradar materiales a escasa temperatura
El aumento de la producción de plásticos y la mala gestión de sus residuos es uno de los problemas ambientales más importantes de este siglo. Además de las imprescindibles medidas de reducción, reutilización y reciclaje, durante los últimos años se está avanzando en el conocimiento y posible utilización futura de organismos vivos (microbios, hongos, gusanos) capaces de degradar algunos de los plásticos sintéticos producidos por los humanos.
El avance más reciente en este campo ha sido presentado en un artículo de investigadores de Suiza que publica este mes de mayo la revista Frontiers in Microbiology. Los autores de esta investigación han descubierto en el subsuelo de los Alpes y el Ártico un total de 34 cepas (variedades) capaces de degradar varios tipos de plásticos, es decir, algo parecido a microbios que comen o digieren residuos de plásticos.
No es la primera vez que se descubren microorganismos con esta capacidad degradadora pero, en este caso, la novedad es que se trata de cepas adaptadas a condiciones de temperaturas relativamente bajas (la mayor parte de las variedades conocidas hasta ahora no actúan contra los plásticos a menos de 20 °C).
“La temperatura es un parámetro crucial que afecta las tasas de biodegradación, pero hasta ahora la degradación microbiana del plástico se ha estudiado principalmente a temperaturas superiores a 20 °C. En el estudio ahora publicado aislamos 34 cepas microbianas adaptadas a la temperatura habitual de suelos alpinos y árticos; así como en ensayos en laboratorio capaces de degradar plásticos”, exponen el resumen de resultados de este trabajo cuyo primer firmante es Joel Rüthi, del Instituto Federal Suizo para la Investigación Forestal, de la Nieve y del Paisaje WSL, en Birmensdorf (Suiza) y del Instituto Federal Suizo de Tecnología ETH, Zúrich (Suiza).
El estudio publicado ahora en Frontiers in Microbiology muestra que “los nuevos taxones microbianos obtenidos de la plastisfera de los suelos alpinos y árticos pudieron descomponer los plásticos biodegradables a 15 °C”, ha detallado Joel Rüthi, “Estos organismos podrían ayudar a reducir los costos y la carga ambiental de un proceso de reciclaje enzimático de plástico”.
El equipo autor del estudio tomó muestras de 19 cepas de bacterias y 15 de hongos que crecen en plástico suelto o enterrado intencionalmente (mantenido en el suelo durante un año) en Groenlandia, Svalbard y Suiza.
Los científicos dejaron que los microbios aislados crecieran como cultivos de una sola cepa en el laboratorio en la oscuridad a 15 °C, y utilizaron técnicas moleculares para identificarlos. Los resultados mostraron que las cepas bacterianas pertenecían a 13 géneros en los filos Actinobacteria y Proteobacteria, y los hongos a 10 géneros en los filos Ascomycota y Mucoromycota.
Resultados esperanzadores
Tras el aislamiento inicial, los autores utilizaron un conjunto de ensayos para evaluar cada cepa por su capacidad para digerir muestras estériles de polietileno no biodegradable (PE) y poliéster-poliuretano (PUR) biodegradable, así como dos mezclas biodegradables disponibles comercialmente de tereftalato de adipato de polibutileno (PBAT) y ácido poliláctico (PLA).
Ninguna de las cepas pudo digerir el PE, incluso después de 126 días de incubación en estos plásticos. Pero 19 (56 %) de las cepas, incluidos 11 hongos y ocho bacterias, pudieron digerir PUR a 15 °C, mientras que 14 hongos y tres bacterias pudieron digerir las mezclas plásticas de PBAT y PLA. La resonancia magnética nuclear (RMN) y un ensayo basado en fluorescencia confirmaron que estas cepas podían cortar los polímeros PBAT y PLA en moléculas más pequeñas.
“Fue muy sorprendente para nosotros encontrar que una gran fracción de las cepas probadas pudo degradar al menos uno de los plásticos probados”, dijo Rüthi.
Los mejores resultados fueron dos especies de hongos no caracterizadas de los géneros Neodevriesia y Lachnellula: estas fueron capaces de digerir todos los plásticos probados, excepto el PE. Los resultados también mostraron que la capacidad de digerir plástico dependía del medio de cultivo para la mayoría de las cepas, y cada cepa reaccionaba de manera diferente a cada uno de los cuatro medios probados.
Fuente: lavanguardia.com