El equipo de investigación de Hospital Mount Sinai, en Estados Unidos, ha desentrañado por primera vez la estructura y el mecanismo tridimensionales de una enzima compleja que protege a las células del daño constante del ADN, abriendo la puerta al descubrimiento de nuevos terapéutica para el tratamiento de cánceres resistentes a la quimioterapia.
En un estudio publicado en la revista ‘Nature Structural & Molecular Biology’, los investigadores describen cómo utilizaron microscopía crioelectrónica avanzada para obtener información detallada sobre la enzima conocida como ADN polimerasa zeta (Pol zeta), cuya arquitectura y mecanismo han sido un misterio para científicos durante años.
“Resolver la estructura de la enzima Pol zeta completa a una resolución casi atómica nos permite abordar preguntas de larga data sobre cómo esta polimerasa única se replica a través de eventos diarios que dañan el ADN, al mismo tiempo que proporciona una plantilla para diseñar medicamentos contra cánceres que son refractarios a quimioterápicos convencionales”, señala el autor principal, Aneel Aggarwal, profesor de Ciencias Farmacológicas en la Escuela de Medicina Icahn en el Mount Sinai.
La ADN polimerasa zeta es la enzima crucial que permite que las células combatan los más de 100.000 eventos que dañan el ADN que ocurren diariamente por actividades metabólicas normales e intrusiones ambientales como la luz ultravioleta, la radiación ionizante y los carcinógenos industriales.
El equipo de Mount Sinai, que incluyó a la primera autora Radhika Malik, profesora asistente de ciencias farmacológicas, aprendió cómo la enzima protege las células de las tensiones ambientales y celulares naturales y provocadas por el hombre a través de una intrincada estructura de cuatro proteínas diferentes que se conectan entre sí en una configuración pentamérica o similar a una cadena de margaritas.
Se espera que esta arquitectura proporcione información valiosa a los científicos para el desarrollo futuro de medicamentos diseñados para inhibir la ADN polimerasa en el tratamiento de cánceres como el de pulmón, próstata y ovario de células no pequeñas, que a menudo se vuelven resistentes a la quimioterapia después de su uso inicial en pacientes.
La razón de esa resistencia es que las quimioterapias como el cisplatino en realidad dependen de sus efectos dañinos para el ADN. Por tanto, bloquear o inhibir la función de Pol zeta hace que las células cancerosas sean más sensibles al impacto terapéutico de la quimioterapia.
“El desarrollo de inhibidores eficaces se ha visto obstaculizado en el pasado por la falta de información estructural sobre Pol zeta –explica el doctor Aggarwal–. Nuestro trabajo ofrece ahora una imagen mucho más clara y esperamos que estos nuevos conocimientos estimulen los esfuerzos de los científicos de todo el mundo para crear nuevas terapias eficaces. Para los miles de pacientes con tumores resistentes a la quimioterapia, estos hallazgos podrían resultar particularmente valiosos al satisfacer una necesidad insatisfecha en su batalla contra el cáncer”.
La falta de progreso a lo largo de los años se debió en gran parte al hecho de que los estudios estructurales de la ADN polimerasa zet estaban limitados por los bajos rendimientos y la imposibilidad de obtener cristales que difractan bien.
El doctor Aggarwal y su equipo han superado este problema empleando microscopía crioelectrónica. Esta tecnología, que permite obtener imágenes de moléculas congeladas rápidamente en solución, está revolucionando todo el campo de la biología estructural a través de sus imágenes de alta resolución de moléculas complejas.
Fuente: notimerica.com