Mientras que las unidades SSD siguen aumentando en densidad gracias a los avances en la tecnología 3D NAND (de 64 capas en unidades actuales, y 96 capas para el año que viene), existen científicos buscando almacenar datos en tamaños muchos menores. De hecho, científicos de la Universidad Radboud Nijmegen, en Países Bajos y con un fuerte enfoque investigador, han conseguido almacenarlos en átomos.
Almacenar información es átomos es cada día más real
Gracias a esta innovación, se podrían almacenar miles de veces más datos que en los discos duros actuales. Esto es muy interesante, ya que además de los problemas que está habiendo para reducir la litografía de los procesadores, en el caso del almacenamiento el problema es aun mayor si nos fijamos en los discos duros; sobre todo con la gran demanda de dispositivos de almacenamiento que hay en la actualidad.
Los ordenadores actuales utilizan el 5% de la energía eléctrica generada a nivel mundial, y reducir su tamaño a escala atómica podría suponer un importante ahorro de consumo y la posibilidad de disparar el rendimiento. Es por ello que los investigadores decidieron centrarse en los átomos, ya que no hay nada más pequeño con lo que puedan trabajar.
Otro aspecto que destacan es que han conseguido que sean sorprendentemente estables. Al principio dudaban de si iban a ser capaces de estabilizarlos. Para poder almacenar datos magnéticos es necesario conocer su polaridad (norte o sur). En el caso de los átomos, no sabes hacia qué dirección apuntan porque son muy sensibles. Esto ha llevado años a los investigadores, hasta que han consiguieron hacer que un átomo no gire. La clave es mantenerlos en temperaturas muy bajas de -233 ºC.
Con la innovación actual pueden llegar a almacenar información a temperatura ambiente
Ahora, los de Radboud han conseguido una nueva forma de almacenar información en átomos de cobalto mediante el uso de un sustrato de fósforo negro semiconductor, garantizando la estabilidad de los átomos. Para manipularlos, usaron un microscopio de efecto túnel que permite hacer fotos a nivel atómico, y donde una punta afilada de metal se va moviendo a sólo unos átomos de distancia, permitiéndoles manipular los átomos en estado binario.
El magnetismo de los átomos viene dado gracias a que los electrones alrededor suyo están rotando constantemente. Este giro se conoce como el momento angular, el cual usaron para la memoria atómica y podría ser clave para poder manejarlos a temperatura ambiente. Inicialmente no sabían lo que estaba ocurriendo, pero finalmente se dieron cuenta de que estaban observando el momento orbital y que habían creado una nueva memoria.
Al fin y al cabo, lo único que se necesita es un imán con momento angular donde se pueda controlar el estado entre 0 y 1. Los investigadores afirman que todavía queda un largo camino hasta que puedan crear un disco duro, el cual podría tener miles de TB en el mismo espacio que ocupan los actuales.
Fuente: adslzone.net