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Descubren ADN de ancestros africanos en individuos de la Inglaterra medieval

Un reciente estudio arqueológico ha revelado que dos individuos enterrados en Inglaterra durante el siglo VII d.C. poseían ascendencia de África Occidental. Este hallazgo, realizado por un equipo de investigadores de diversas universidades, aporta información valiosa sobre la migración y el intercambio cultural en la Inglaterra medieval, un periodo históricamente marcado por la llegada de los anglos, sajones y jutos desde el continente europeo.

El estudio y sus hallazgos

Los investigadores llevaron a cabo un análisis de ADN en dos cementerios de la costa sur de Inglaterra: Updown en Kent y Worth Matravers en Dorset. Los resultados, publicados en la revista Antiquity, revelaron que, a pesar de que la mayoría de los individuos enterrados en estos lugares presentaban ascendencia nórdica europea o británica occidental e irlandesa, dos de ellos tenían ancestros recientes de África Occidental.

En ambos casos, el ADN mitocondrial (heredado de la madre) era de origen europeo del norte, mientras que el ADN autosómico mostraba claras señales de ascendencia no europea, con afinidades a grupos actuales como los yoruba, mende, mandenka y esan de África subsahariana. Esta combinación genética sugiere que ambos individuos tenían una ascendencia mixta, en contraste con el resto de las sepulturas en los cementerios analizados.

El cementerio de Updown, que formaba parte de una red real en Kent, contenía varios objetos, incluyendo una olla posiblemente importada de la Galia francófona y una cuchara que podría indicar la fe cristiana del individuo o sus conexiones con el Imperio Bizantino. En cambio, el individuo de Worth Matravers fue enterrado junto a otro de ascendencia británica y un ancla de piedra caliza local, lo que sugiere una integración en su comunidad.

Implicaciones del hallazgo

Este estudio no solo enriquece la interpretación de los resultados arqueológicos, sino que también aporta una nueva dimensión a la comprensión del movimiento de personas y la interacción demográfica en la Inglaterra de la Alta Edad Media. Según el profesor Duncan Sayer, uno de los autores del estudio, «lo significativo es que se trata de ADN humano, y por lo tanto, del movimiento de personas, no solo de objetos, lo que está comenzando a revelar la naturaleza de la interacción a larga distancia con el continente, Bizancio y África subsahariana».

Los descubrimientos destacan la naturaleza cosmopolita de Inglaterra en este periodo, sugiriendo que la población era diversa y mantenía conexiones lejanas, a pesar de estar plenamente integrada en la vida cotidiana de su entorno. Como concluye la doctora Ceiridwen J. Edwards, «nuestros resultados conjuntos enfatizan la naturaleza cosmopolita de Inglaterra en la época medieval temprana, apuntando a una población diversa con vínculos lejanos que, no obstante, estaban completamente integrados en el tejido de la vida diaria».

Fuente: larepublica.es

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