El consumo usual de cannabis es, en líneas generales, negativo para el cerebro y la memoria. Pero no estaba claro cuál era el impacto en la memoria. Para averiguarlo, un grupo de científicos estadounidenses decidieron probar haciendo que un grupo de personas deje de fumar la droga. Los resultados han sido publicados en el Journal of Clinical Psichiatry.
El estudio, liderado por Randi Schuster, del Hospital General de Massachusetts en Boston, tuvo la idea de pedirle a los consumidores de la hierba que se detengan con el objetivo de ser comparados con un grupo de control que continuaría fumándola.
El experimento
El equipo de Schuster reclutó a 88 personas de entre 16 y 25 años que consumían cannabis al menos una vez por semana. Dos tercios de ellos, elegidos al azar, fueron incentivados con dinero en efectivo para dejar de fumar durante un mes. Al mismo tiempo, se les realizaban análisis de orina regulares con el fin de asegurarse estaban siendo honesto. Finalmente, se le pidió a todo el grupo que realizara pruebas mentales, tanto al inicio del experimento como una vez a la semana.
Los investigadores encontraron que aquellos que dejaron de fumar tuvieron una puntuación significativamente mejor en las tareas de memoria en la primera semana y se mantuvieron en ese nivel durante el resto del mes. Los que continuaron consumiendo cannabis solo mejoraron un poco sus puntuaciones durante el mes, probablemente porque se estaban acostumbrando a las pruebas, dice Schuster.
Los estudios de escaneo cerebral han demostrado que los consumidores regulares de cannabis tienen cantidades más bajas de un receptor en el cerebro que une los químicos de la droga. Normalmente, este receptor se encuentra en niveles altos en el hipocampo, parte del cerebro involucrado en la memoria, dice Tom Freeman de la Universidad de Bath, Reino Unido, que no participó en el estudio. «Tiene sentido que aquí es donde vamos a ver las deficiencias».
Los escáneres cerebrales encontraron que los niveles de receptores de cannabis volvieron a la normalidad dentro de los dos o tres días de haber dejado de fumar, en sintonía con el último descubrimiento de que la recuperación de la memoria fue rápida.
Los resultados de este estudio confirman lo que ya se sospechaba: la marihuana debilita la memoria y las funciones cognitivas de sus consumidores. Otro de las consecuencias del abuso de cannabis son el envejecimiento del cerebro y el aumento del comportamiento violento después de ser dados de alta hospitalaria psiquiátrica.
Fuente: nmas1.org