Científicos del Imperial College de Londres (Reino Unido) crearon una superficie con un coeficiente variable de reflexión. Para ello, colocaron en la frontera de dos líquidos inmiscibles nanopartículas de oro, que en estado normal se repelan entre sí, lo que permite a la capa dejar pasar libremente la luz. Si a través de esta capa pasa una corriente eléctrica, la distancia entre las nanopartículas disminuye, y la capa se convierte en un espejo. La revista Nature Materials publica el estudio.
Los investigadores crearon una superficie con una reflectancia fácilmente variable. Para ello, vertieron en un recipiente especial con electrodos dos líquidos inmiscibles: el disolvente orgánico 1,2-dicloroetano, con un poco de otro aditivo orgánico, y una solución de cloruro de sodio en agua. También agregaron en el agua nanopartículas de oro de 16 nanómetros, recubiertas con una sustancia que las obligó a no pegarse entre sí, sino más bien a repelerse mutuamente. Puesto que los dos líquidos no se mezclan entre sí, se forma un pozo de potencial en el límite de estas dos fases, por lo que las nanopartículas tienden a situarse en la frontera y no en el volumen del líquido.
Debido a que las partículas se repelían entre sí, esta capa en la frontera de la interfaz fue transparente para la luz. Los científicos descubrieron que si se aplica voltaje al líquido, entonces, dependiendo de la polaridad, las nanopartículas o se movían del volumen a la frontera, aumentando la densidad de la capa, o viceversa, se movían de la capa al volumen. Esto sucedió debido a que el recubrimiento de la partícula estaba con carga negativa, y debido a la aplicación de voltaje, los iones del líquido obligaron a las partículas a moverse. Puesto que la densidad de la capa de partículas aumentó bruscamente, su coeficiente de reflexión también aumentó bruscamente. De este modo, los científicos obtuvieron una superficie que puede convertirse de forma reversible en un espejo.
Recientemente, un grupo internacional de científicos desarrolló un metamaterial que, durante la irradiación con pulsos láser con ciertas longitudes de onda, cambia bruscamente su coeficiente de reflexión durante un corto tiempo. Por lo tanto, el material puede ser «conmutado» del estado de absorción al estado de espejo.
Fuente: Nature Materials