En Massachusetts han conseguido que partículas subatómicas puedan desplazar un objeto de 40 kg en un nuevo hito de la ciencia.
Pasar de lo micro a lo macro en la ciencia es algo complicado y en ocasiones puede desbordar nuestra imaginación. Sin embargo, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts han logrado algo insólito: conseguir que las partículas subatómicas muevan un objeto de decenas de kilos.
La mecánica cuántica ha estado siempre asociada al mundo microscópico y de las partículas subatómicas. Es un universo extraño de descifrar por ahora donde la realidad varía hacia fórmulas que es complicado explicar, como que algo exista o no a la vez, o que pueda ser teletransportado.
Pero desde el Laboratorio MIT LIGO han conseguido trasladar los efectos de estas partículas a nuestra escala y conseguir que «sacudan» uno de los espejos de 40 kg que utilizan hasta moverlo entre 10 y 20 metros. Este experimento que estaba ya estudiado nunca se había llevado a cabo, y funcionó como se esperaba.
El modo de conseguir esa sacudida fue mediante el aislamiento de los espejos LIGO de cualquier otra fuerza que no fuese las partículas cuánticas. Concentraron el ruido que provocan millones de estas partículas mediante un objeto que llaman exprimidor cuántico. Según Cambio 16, «con el exprimidor, los científicos pueden ajustar las propiedades del ruido cuántico dentro del interferómetro de LIGO».
Tras lograr apartar el ruido de otras fuerzas y aislar el cuántico, la misma vibración de estas partículas consiguió desplazar el objeto de 40 kilos entre 10 y 20 metros en distintos experimentos, siempre teniendo en cuenta que el movimiento se fue produciendo milímetro a milímetro y en unas condiciones de extremo aislamiento, tal como han recordado en la cuenta de Twitter de la universidad.
Ahora se abre otra área de estudios muy prometedora al poder investigar cómo esas partículas cuánticas se relacionan con nuestras leyes físicas conocidas al ser utilizadas en nuestra escala. Pero todo llevará mucho tiempo. Lo importante de momento, tal como comenta Nergis Mavalvala, jefa del Departamento de Física del MIT, es que «hemos visto efectos cuánticos en algo tan grande como un ser humano”.
Fuente: computerhoy.com