Esta tecnología llegó recientemente a México y ha tomado impulso, ya que es una solución innovadora a base de feromonas
Si bien la función natural de las feromonas que secretamos humanos y animales es intensificar la atracción sexual y, como consecuencia, consumar la reproducción, algunos investigadores y científicos encontraron en esa sustancia química el método para controlar plagas en el sector agropecuario mediante una técnica denominada “confusión sexual”.
Esta tecnología llegó recientemente a México y ha tomado impulso, ya que es una solución innovadora a base de las llamadas “feromonas de confusión sexual”, que funciona por medio de dispensadores colocados en los sembradíos, los cuales van liberando de manera continua un compuesto químico y forman una nube sobre el cultivo que lo protege durante 90 días continuos.
Esta nube de feromonas confunde al gusano llamado cogollero macho y evita que encuentre a la hembra para su reproducción, dando como resultado un control de la población del insecto.
En México, la compañía Provivi está usando esta tecnología innovadora en sembradíos de maíz. La empresa, que abrió sus puertas en el país en 2017, fue fundada por la científica estadunidense Frances Arnold, cuyo trabajo fue reconocido en 2018 con el Premio Nobel de Química.
En entrevista con MILENIO, la directora de Relaciones Institucionales de la empresa, Gloria Meléndez, señaló que esta técnica permite a los agricultores erradicar a las plagas de sus cultivos por medio de un método seguro, que puede ser una gran herramienta en el mediano y corto plazos para mejorar la producción de alimentos en el país.
“Estamos en espera del registro sanitario emitido por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para realizar el lanzamiento comercial de la compañía en México y esperamos que pueda ser en septiembre el lanzamiento”, indicó.
El plan de la empresa es que una vez que se tenga el registro sanitario y se haga el lanzamiento oficial se alcance hasta “8 por ciento de participación en este mercado, que es muy importante para México”.
Con esta tecnología el agricultor reduce la aplicación de insecticidas tradicionales hasta 40 por ciento, lo que significa un ahorro en la compra de esos productos, así como de mano de obra. “Desde que se coloca la tecnología funciona por 90 días sin importar las condiciones del clima”.
Fuente: milenio.com