Reduce a una copa de vino lo que habría sido una botella
Investigadores del Medical University of South Carolina (MUSC) han descubierto una región del cerebro que se puede manipular para reducir el consumo excesivo de alcohol. Los resultados se publican en la revista Neuropharmacology.
Se trata de la zona del cerebro relacionada con el sistema receptor opioide, presente en el sistema nervioso de los mamíferos.
Drogas narcóticas como la morfina, la heroína y la oxicodona, actúan sobre los receptores opioides y producen los efectos placenteros que hacen que estas drogas sean tan adictivas.
Sin embargo, existe un extraño receptor opioide que no está involucrado en la señalización del placer: el sistema receptor opioide kappa.
A diferencia de los otros receptores, kappa produce estrés y descontento. Es como lo opuesto a los demás receptores opioides y se le conoce como un sistema de anti-recompensa.
Este receptor interviene para provocar la resaca que sigue a la embriaguez, caracterizada por náuseas, dolor de cabeza y el síndrome de abstinencia.
Lo que ha descubierto este equipo de investigadores es que apagar los receptores opioides kappa en el cerebro provoca una disminución significativa en el consumo de alcohol.
El bloqueo de estos receptores no elimina por completo el consumo de alcohol, sino que lo modera.
Consigue el equivalente a tomar una copa de vino en la cena, en vez de una botella, explican los investigadores en un comunicado.
En ratones
Toda esta investigación se ha desarrollado en ratones de laboratorio, a los que desactivaron mediante medicamentos los receptores opioides kappa en la amígdala extendida.
Se trata de una región del cerebro involucrada en procesos cognitivos como la atención, el aprendizaje y la memoria, así como en las reacciones emocionales y el control de funciones vitales.
A los ratones se le proporcionó una bebida alcohólica que podían consumir libremente durante cuatro horas cada noche.
La finalidad era provocarles niveles de alcohol en la sangre similares al obtenido mediante un consumo compulsivo.
Después del tratamiento, los ratones redujeron significativamente el consumo de alcohol, aunque lo tenían igualmente disponible.
Posibles tratamientos
Los investigadores consideran que este descubrimiento confirma que los receptores opioides kappa están directamente relacionados con el consumo excesivo de alcohol.
Por lo tanto, señalan que es posible bloquear estos receptores en seres humanos como terapia para disminuir un consumo excesivo de alcohol.
No creen que sea un remedio definitivo, sino que podrá ayudar a las personas que tienen problemas para controlar el consumo excesivo de alcohol, así como a las que padecen un trastorno derivado del alcoholismo.
Consideran que esta terapia puede ayudar a calmar el deseo y la motivación para beber en personas psicológicamente expuestas al consumo excesivo de alcohol.
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se producen en el mundo tres millones de muertes debido al consumo nocivo de alcohol, lo que representa un 5,3% de todas las defunciones.
Fuente: tendencias21.net