Investigadores de la Universidad de Hokkaido (Japón) han revelado que los genes clave que determinan el sexo siguen operando en una especie de mamífero que carece del cromosoma Y.
En la mayoría de los mamíferos placentarios, el cromosoma Y masculino induce la diferenciación durante el desarrollo, mientras que los embriones sin él se convierten en mujeres. El gen SRY determinante del sexo está presente en el cromosoma Y e induce otros genes reguladores que suprimen la diferenciación hembra. La rata espinosa Amami (tokudaia osimensis) es excepcional, ya que carece de un cromosoma Y, y por lo tanto del gen SRY, planteando la cuestión de por qué todavía puede producirse la diferenciación masculina.
Tomofumi Otake y Asako Kuroiwa, de la Universidad de Hokkaido, realizaron el mapeo de genes para determinar las localizaciones cromosómicas de los genes relacionados con el sexo en el genoma de Tokudaia osimensis. Luego compararon sus secuencias de nucleótidos y de aminoácidos con las del ratón y la rata. Por otra parte, usando células cultivadas, examinaron cómo se regulan los genes relacionados con el sexo. El estudio se publica en Scientific Reports.
SRY ha sido bien investigada en trabajos anteriores y se sabe que activa una gama de genes reguladores tales como Sox9 y AMH, que juegan un papel importante en la diferenciación masculina. Los resultados del equipo sugieren que, a pesar de que no existe un gen SRY en tokudaia osimensis, los genes reguladores que normalmente se activan están presentes y funcionan como lo hacen en otros mamíferos placentarios.
«Especulamos que existe un gen desconocido que actúa como un sustituto de SRY en tokudaia osimensis,» dice el profesor Kuroiwa. «El cromosoma Y de los mamíferos se ha ido reduciendo a través de un proceso evolutivo mediante la reducción del número de sus genes, y algunos científicos piensan que va a desaparecer por completo en algún momento. Espero que nuestra investigación ayudará en la comprensión del mecanismo de determinación sexual que es independiente en el cromosoma Y y su aspecto evolutivo».
Fuente: Agencia Europa Press