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Cómo se desarrolla la batalla genética de los sexos en hermafroditas secuenciales

Algunas especies tienen la capacidad de cambiar de sexo a lo largo de su ciclo vital

Un modelo desarrollado por investigadores de RIKEN incorpora por primera vez especies que cambian de sexo durante sus ciclos de vida, lo que promete nuevos conocimientos sobre los genes que afectan de manera diferente el éxito reproductivo de machos y hembras.

Algunos genes que estimulan el éxito reproductivo de las hembras pueden ser perjudiciales para el de los machos, y viceversa, un fenómeno denominado «antagonismo sexual». A veces, estos genes pueden silenciarse en individuos del sexo al que son perjudiciales. Sin embargo, puede llevar mucho tiempo desactivar estos genes sexualmente antagonistas, por lo que pueden permanecer activos en ambos sexos durante generaciones.

«Los investigadores han estado interesados durante mucho tiempo en cómo el antagonismo sexual puede mantener la variación genética en las poblaciones, y si las variantes que favorecen a un sexo son sistemáticamente preferidas», dice Thomas Hitchcock de RIKEN Interdisciplinary Theoretical and Mathematical Sciences.

La mayoría de los modelos de antagonismo sexual suponen un ciclo de vida simple, en el que los individuos producen descendencia y luego mueren. Los científicos ahora están añadiendo mayor realismo a estos modelos al considerar factores como la endogamia y la superposición entre generaciones.

Algunas especies, incluidos algunos peces, plantas y crustáceos, tienen la capacidad de cambiar de sexo a lo largo de su ciclo vital. Se les conoce como hermafroditas secuenciales y los individuos pueden reproducirse como machos y hembras a diferentes edades. Dado que el antagonismo sexual puede ser particularmente agudo en estas especies, podrían resultar útiles para probar teorías de selección sexualmente antagonista.

«Es interesante modelar los hermafroditas secuenciales porque combinan problemas de edad y sexo», señala Hitchcock.

Ahora, Hitchcock y Andy Gardner de la Universidad de St Andrews, Reino Unido, han incluido por primera vez hermafroditas secuenciales en modelos de antagonismo sexual.

Su modelo permite patrones arbitrarios de cambio de sexo, incluidas especies que cambian de sexo de macho a hembra y de hembra a macho. El modelo también incluye especies que alternan estrategias reproductivas masculinas y femeninas, como ciertos corales.

Las variantes genéticas que son beneficiosas cuando son jóvenes pueden verse favorecidas sobre aquellas que son beneficiosas cuando son mayores. En hermafroditas secuenciales, un patrón similar generaría un sesgo hacia un sexo, y este sesgo dependería de la dirección del cambio de sexo.

«Nuestro modelo muestra cómo los diferentes sistemas de cambio de sexo predicen distintas consecuencias para el antagonismo sexual, y cómo esto varía en las diferentes partes del genoma», dice Hitchcock.

La pareja descubrió que, para las especies que cambian de hembra a macho, generalmente es más fácil que las variantes genéticas beneficiosas para las hembras aumenten en frecuencia en la siguiente generación. La tendencia opuesta se aplica a las especies que cambian de macho a hembra.

Sin embargo, se necesita más investigación dadas las complejidades del cambio de sexo, la edad y las influencias externas. «Esto es intrigante y estamos deseosos de colaborar con otros para llevar a cabo estas investigaciones», dice Hitchcock.

El estudio se publica en Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences: Sexual antagonism in sequential hermaphrodites

Fuente: vistaalmar.es

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