En 1995, un grupo de científicos probó que existe un quinto estado de la materia (además del sólido, gas, líquido y plasma), el cual se puede crear solamente a estados ultrabajos de temperatura. A esto se le conoce como el condensado de Bose-Einstein y es usado para realizar experimentos teóricos en la mecánica cuántica; por ejemplo, para estudiar las ondas gravitacionales. Ahora, por primera vez un grupo de científicos alemanes logró generar un condensado de Bose-Einstein en el espacio, haciendo un experimento en el cohete espacial MAIUS-1.
Los científicos consiguieron que una especie de chip atómico de miles de átomos de rubidio 87 alcanzara una temperatura casi del 0 absoluto, esto es -273.15℃. El chip atómico es una “trampa magneto-óptica” que atrapa a los átomos de rubidio formados por rayos láser (sí, suena completamente ininteligible y a la vez, como una descripción de ciencia ficción).
Lo maravilloso de esto es que cuando los átomos en gravedad cero alcanzan una temperatura cercana al 0 absoluto su individualidad se desvanece y empiezan a actuar como un “superfluido” o un “superátomo”, con todos los átomos vibrando en sincronía, algo que anteriormente ha sido descrito como luz líquida. Este “quinto estado de la materia” tiene propiedades extrañas como cero fricción y viscosidad, y permite que la luz fluya alrededor de los objetos.
Estudiar el condensado de Bose-Einstein es problemático en la Tierra debido a las fuerzas gravitacionales; es por esto que los científicos probaron a hacerlo en el espacio, donde es más fácil realizar experimentos precisos, según dijo Maike Lachmann de la Universidad de Hannover. El vuelo espacial duró apenas 6 minutos en los que se realizaron cientos de experimentos previamente programados, ya que fue en un vehículo no tripulado.
Fuente: pijamasurf.com