Un equipo de científicos españoles ha descubierto cómo impedir la infección del virus del ébola gracias a una defensa natural que han desarrollado los supervivientes a esta enfermedad mortal. El hallazgo abre la puerta a la creación de una nueva vacuna que ya está en fase de desarrollo en un laboratorio de nuestro país.
Del virus ébola, responsable de la enfermedad también conocida como fiebre hemorrágica y que es mortal en un 80-90% de los casos, se conocen cinco cepas distintas, lo que ha dificultado su investigación para inmunizar a la población expuesta o hallar una cura. Esta sería la primera vez que se ha encontrado un punto débil común para todos los tipos de este microorganismo.
Los resultados de esta investigación, publicados en la revista The Journal of Infectious Diseases, los ha presentado este miércoles el doctor Rafael Delgado y su equipo del Servicio de Microbiología y del Instituto de Investigación el Hospital 12 de Octubre de Madrid. Se trata de un estudio en el que también ha colaborado la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital La Paz y el científico del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) Juan García Arriaza, quien lleva a cabo en su laboratorio las primeras pruebas para una posible vacuna. «En cuestión de un año podríamos tener la respuesta, por lo menos en el modelo de ratón, si esta estrategia cumple las expectativas que esperamos», ha asegurado a EL MUNDO Delgado.
Según los investigadores, tres de los supervivientes de la última epidemia de ébola ocurrida en África Occidental entre 2013 y 2016, tratados en España, habrían reaccionado ante el virus generando un extraño anticuerpo al que han llamado unicornio, por lo especial de sus propiedades, que le confieren una capacidad casi sobrenatural para atacar a este potente agente infeccioso.
Así crearon defensas los supervivientes del ébola
Ébola es un virus filiforme (alargado) que encierra, mediante una envoltura de proteínas, una fibra de material genético llamada ARN (siglas de ácido ribonucleico). Este recubrimiento es el que le permite adherirse a una célula y penetrar para dividirse dentro de ella. Ante una infección, el organismo genera anticuerpos que reconocen al intruso y lo bloquean o ayudan a las células inmunes a combatirlo.
Los anticuerpos Unicornio, identificados por Rafael Delgado y su equipo, son capaces de unirse a las proteínas de la envoltura del ébola en una región de muy difícil acceso, ya que es una zona que esta fuertemente protegida por otras moléculas a modo de coraza. Los científicos españoles han logrado una nueva estrategia terapéutica desestabilizando esta capa. Así han desarmado al virus y permitido que los anticuerpos de los supervivientes accedan a él para bloquearlo e impedir que entre en ninguna célula. «La función más importante de estos anticuerpos neutralizantes es evitar que estos virus penetren en la célula. Incluso si entrasen, impedirían que el virus la colonizasen», ha explicado a este medio Fátima Lasala, coautora del estudio.
Fuente: elmundo.es