«Igual que los humanos, otros animales también copian comportamientos aparentemente inútiles», explican los investigadores
Un santuario de chimpancés en Zambia ha sido testigo de un comportamiento social que, trasladado a la esfera humana, bien podría tratarse de una nueva moda viral de influencers. La extraña tendencia en cuestión consiste en meterse una brizna de hierba en las orejas y el trasero, un comportamiento iniciado por un chimpancé y que en solo una semana creó tendencia en su grupo, donde otros ejemplares comenzaron a copiar este gesto.
Los hechos fueron observados en agosto de 2023 en el santuario africano Chimfunshi Wildlife Orphanage Trust. Juma, el chimpancé influencer, decidió meterse la hierba en la oreja, de modo que se aguantaba por sí sola. Una semana después, otros cuatro chimpancés del grupo comenzaron a replicar esta moda.
Ese mismo mes, Juma redobló la apuesta y se insertó la brizna de hierba en el recto, dejándola colgando, sin razón aparente. El gesto volvió a popularizarse entre los suyos, ya que cinco chimpancés le siguieron con esta tendencia.
Un equipo internacional de investigadores plantea ahora en un estudio publicado en la revista Behaviour que este comportamiento podría tener un propósito social. «Esto demuestra que, al igual que los humanos, otros animales también copian comportamientos aparentemente inútiles entre sí», afirma el biólogo Edwin van Leeuwen, de la Universidad de Utrecht (Países Bajos).
Antes del chimpancé Juma, en 2010, ya hubo una chimpancé hembra del mismo santuario, Julie, que se metía repetidamente una brizna de hierba en la oreja y la dejaba allí, sin motivo aparente. El gesto de Julie fue adoptado por siete de los miembros de su grupo, y todo apunta a que la chimpancé creó tendencia tras su muerte, ya que el comportamiento continuó, y algunos chimpancés del grupo lo siguen haciendo hoy en día.
Los investigadores creen que esta actitud parece un caso de aprendizaje social y transmisión cultural. «Al copiar el comportamiento de alguien, demuestras que te fijas en él y que incluso te cae bien. Por lo tanto, podría ayudar a fortalecer los lazos sociales y a crear un sentido de pertenencia dentro del grupo, al igual que ocurre en los humanos», dice Van Leeuwen.
Para el biólogo, estas modas sin un propósito claro podrían ser un remanente de la importante capacidad de aprender nuevas habilidades de supervivencia, ya que no se han observado tendencias «inútiles» similares en chimpancés salvajes. «En cautiverio, tienen más tiempo libre que en la naturaleza. No tienen que estar tan alerta ni dedicar tanto tiempo a buscar comida», explica el investigador.
Por ello, cuando «las presiones selectivas se relajan (por ejemplo, debido al aprovisionamiento sistemático en el cuidado en cautividad), los chimpancés pueden extender su aprendizaje social ocasionalmente a comportamientos sin utilidad instrumental directa», apuntan en el estudio.
Fuente: escudodigital.com