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Cada vez que se siente triste activa al avatar hecho con IA de su mamá fallecida para hablar con ella: empieza el auge de los ‘deadbots’

El fallecimiento de un familiar es una pena y dolor que muchos hemos experimentado. La ausencia y el recuerdo de ese ser querido se expande sobre cada fibra de nuestro cuerpo a tal punto de no poder aguantar las lágrimas. ¿Qué no daríamos por volver a verlo o verla una vez más? Escuchar su voz dándonos un consejo o palabras de consuelo en momentos difíciles. Si la tecnología nos diera esa oportunidad, ¿la tomaríamos?.

En China, alguien respondió con un sí a tal pregunta. Se trata de Sun Kai, el ejecutivo tecnológico de Silicon Intelligence, quien recurre a una tablet con la imagen computarizada de su mamá fallecida cada que se siente estresado por el trabajo. Según él, «la considera una verdadera madre”.

Se trata de los llamados «deadbots», denominados así por ser «clones» de personas fallecidas realizadas a través de inteligencia artificial al utilizar su imagen y voz. Aunque la idea parece salida de la ciencia ficción, en realidad es el resultado del trabajo generado con la reciente fiebre por la IA. Algunos ejemplos son Ernie de Baidu o ChatGPT de OpenAI que permiten a empresas privadas generar tales «clones», pero claro, a cambio de un pago.

En el caso de Silicon Intelligence, la compañía creó un servicio llamado «resurrección». Su objetivo, como se puede deducir por el nombre, es simular la apariencia y voz de una persona fallecida con tal de atender a familias en duelo, como es el caso de Sun.

En una declaración recuperada por NPR menciona:

“No importa si está viva o muerta, porque cuando pienso en ella, puedo encontrarla y hablar con ella. En cierto sentido, está viva. Al menos en mi percepción, está viva”.

Sun Kai para NPR.

La venta de «resurrección» y su pequeño detalle: los datos

Según lo establecido por NPR, el servicio de avatar digital cuesta alrededor de 30 dólares (unos 539 pesos, aproximadamente), que sirve para animar en video y audio la imagen y voz de una persona cuando estaba viva.

El inconveniente: la falta de datos. Si bien parece muy sencillo otorgar una imagen o nota de voz, resulta complicado realizar tales clones cuando el audio o video son de baja calidad o incluso las imágenes se encuentran borrosas. La solución resulta todavía más complicada: llevar un diario en video por al menos 10 años.

Otra de las empresas que ofrece los «servicios de clonación», es Super Brain, también de origen chino. Para el desarrollo de las conversaciones impulsadas por IA, la compañía pide a los familiares que describan los recuerdos y experiencias del difunto.

Sin embargo, lo más complicado es el «limpiar los datos que se proporcionan», menciona su fundador Zhang Zewei. Lo anterior resulta puesto que para lograr un avatar lo más parecido y real posible se necesita una buena base de datos de la persona. “Lo crucial es clonar los pensamientos de una persona, documentar lo que esa persona pensaba y experimentaba diariamente”, estableció Zewei.

Los cementerios digitales y la ética de los «deadbots»

En el otro lado del espectro se encuentra Fu Shou Yuan International Group, empresa dedicada a prestar servicios funerarios y al mantenimiento de cementerios. La compañía también incursionó en la IA generativa enfocada en los difuntos, en su caso, recopilan información existente en redes sociales de la persona y generan un código QR que recopila contenido multimedia de quien falleció.

Básicamente, en su cementerio situado Shangai, puedes escanear el código anexado en una de las lápidas y visitar las experiencias y logros del difunto. Aunque parece algo innovador, la iniciativa se enfrenta también a otros obstáculos, más morales que técnicos, pero que sientan las bases de un tema delicado: el duelo de las personas.

Según comentó la organizadora de funerales de la empresa, Jiang Xia, resulta difícil decir que todos los clientes aceptarán esta nueva forma de recordar a un familiar difunto puesto que «hay cuestiones éticas en juego».

Si volvemos al ejemplo de Sun Kai, el ejecutivo de Silicon Intelligence, parece que no todo fue viento en popa con la idea de clonar a su madre fallecida a través de una imagen digital. Decidido a desconectar de internet al avatar, consciente que ni siquiera sabrá acerca de los acontecimientos recientes, se dio cuenta que “tal vez ella siempre permanecerá en mi memoria como la madre, en lugar de una madre que se adapta a los tiempos”.

Sin duda es un avance interesante, pero complicado. La premisa inicial era ¿qué daríamos por volverlos a ver y escuchar a nuestros difuntos? Pero ahora la pregunta que funge como conclusión es ¿estamos dispuestos a sacrificar nuestro duelo y aceptar que ya no están aquí? Suena a que nos quedaremos en medio de una encrucijada, pero es una opción que poco a poco está más cerca.

Fuente: msn.com

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