La exposición a la música durante el embarazo ha sido objeto de diversos estudios científicos que sugieren beneficios en el desarrollo fetal, especialmente en la codificación neuronal de los sonidos del lenguaje. Un estudio dirigido por el Dr. Carles Escera en el Institut de Recerca Sant Joan de Déu demostró que los bebés nacidos de madres que escucharon música diariamente durante la gestación presentaban una mejor capacidad para codificar los sonidos del habla.
Este hallazgo se basó en la comparación de registros de la respuesta de seguimiento de frecuencia (Frequency-Following Response, FFR) en 60 recién nacidos sanos, diferenciando entre aquellos expuestos a música prenatalmente y aquellos que no lo fueron. Los resultados indicaron que la exposición diaria a la música durante el último trimestre del embarazo se asocia con una codificación neuronal más robusta de los estímulos del habla, lo que podría facilitar el procesamiento y la adquisición temprana del lenguaje
Además, investigaciones realizadas en México han explorado el impacto de la música clásica en el desarrollo fetal. Un estudio evaluó la variabilidad de la frecuencia cardíaca fetal en 36 mujeres embarazadas mientras se reproducían dos piezas clásicas:
«El Cisne» de Camille Saint-Saëns y «Arpa de Oro» de Abundio Martínez. Los resultados mostraron que la exposición a estas composiciones resultó en patrones de frecuencia cardíaca fetal más estables y predecibles, lo que sugiere una estimulación positiva del sistema nervioso autónomo fetal.
Curiosamente, la melodía «Arpa de Oro» mostró un efecto más pronunciado, lo que indica que características rítmicas, estructurales o la familiaridad cultural podrían influir en la respuesta fetal
Estos estudios respaldan la idea de que la exposición prenatal a la música, especialmente a composiciones clásicas, puede tener efectos beneficiosos en el desarrollo neurológico y auditivo del feto. Sin embargo, es esencial que la música se utilice de manera adecuada, evitando volúmenes altos que puedan sobreestimular al bebé. Además, la elección de piezas con ritmos constantes y melodías suaves puede ser más efectiva para promover un ambiente relajante tanto para la madre como para el feto.
Fuente: msn.com