Una nueva investigación cuestiona todo lo que sabía sobre las enigmáticas FRB
Un nuevo estudio realizado por un equipo internacional de científicos ha descubierto unas sorprendentes características en las ráfagas de radio rápidas procedentes del espacio profundo que desafían la comprensión actual de estos misteriosos fenómenos cósmicos.
Las ráfagas de radio rápidas (FRB) son explosiones cósmicas de milisegundos de duración que producen la energía equivalente a la producción anual del Sol.
Más de 15 años después de que se descubrieran por primera vez los pulsos de ondas de radio electromagnéticas en el espacio profundo, su naturaleza desconcertante continúa sorprendiendo a los científicos.
Nuevas observaciones de una serie de ráfagas de radio cósmica realizadas por un equipo internacional de científicos desafían la comprensión predominante de la naturaleza física y el motor central de los FRB, según se explica en dos artículos, uno publicado en Nature y otro en Nature Communications.
Las observaciones cósmicas de FRB se realizaron a fines de la primavera de 2021 utilizando el enorme radiotelescopio esférico de apertura de quinientos metros (FAST) en China.
Origen desconocido
El equipo, dirigido por Heng Xu, Kejia Lee y Subo Dong, de la Universidad de Pekín, y Weiwei Zhu, de los Observatorios Astronómicos Nacionales de China, junto con el astrofísico de la Universidad de Nevada (UNLV), Bing Zhang, detectó 1.863 ráfagas en 82 horas durante 54 días, procedentes de una fuente de ráfagas de radio rápida activa llamada FRB 20201124A, descubierta en 2020.
Los investigadores consideran que FRB 20201124A se originó a partir de una estrella magnética, ubicada en un sistema que consiste en la estrella Be y su disco. La interacción de la explosión con el disco estelar Be podría explicar naturalmente las características inusuales detectadas ahora en FRB 20201124A.
No obstante, el origen de las ráfagas de radio rápidas cosmológicas muy distantes sigue siendo desconocido. Y las últimas observaciones dejan a los científicos cuestionando todo lo que sabían sobre ellas.
Variaciones misteriosas
Lo que hace que las nuevas observaciones sorprendan a los científicos son las variaciones irregulares y breves de la llamada “medida de rotación de Faraday”, esencialmente la fuerza del campo magnético y la densidad de las partículas en las proximidades de la fuente FRB.
Si bien la rotación de Faraday se ha detectado en otras ráfagas, la medida varía con el tiempo en FRB 20201124A. Las variaciones subieron y bajaron durante los primeros 36 días de observación y se detuvieron repentinamente durante los últimos 18 días antes de que la fuente se extinguiera.
Esta medida de rotación cambiante implica que el campo magnético de la fuente FRB se invierte a lo largo de la línea de visión, creando el patrón distintivo. Esta característica particular, entre otras, “puede imponer restricciones estrictas en el entorno local de FRB 20201124A”, señala Wang a la revista Vice.
Interacciones energéticas
A partir de esta suposición, el nuevo estudio propone que los períodos de destellos rápidos de la FRB son producidos por interacciones energéticas entre el magnetar y el disco de la estrella Be durante el “periastro”, que es el punto en el que estos dos objetos están más juntos en su órbita, añade la citada revista.
Durante este acercamiento, las ondas de radio emitidas por el magnetar turbulento ondulan a través del disco de la estrella Be, produciendo las extrañas firmas que se ven en la FRB, según los investigadores.
Si bien la nueva investigación ofrece una explicación convincente de la fuente de FRB 20201124A, los FRB no son un fenómeno único para todos. Debido a que estas señales pueden ser tan diferentes, los científicos creen que probablemente sean causadas por una variedad de extraños objetos astrofísicos, todos los cuales deben ser extremadamente poderosos para poder verse a través de millones, e incluso miles de millones, de años luz.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que las FRB son importantes sondas cosmológicas que pueden ayudar a arrojar luz sobre algunos de misterios cósmicos más antiguos, como la velocidad a la que se expande el universo, por lo que los investigadores destacan la importancia de seguir profundizando en el conocimiento de estas señales de radio procedentes del espacio profundo.
Fuente: Tendencias21