Después de un viaje espacial de más de 5.000 millones de kilómetros, una cápsula enviada por la sonda espacial japonesa Hayabusa 2, que contiene la primera muestra de la historia de materiales extraídos bajo la superficie de un asteroide, ha aterrizado este sábado en Australia.
La agencia espacial japonesa (Jaxa) ha confirmado que ha recibido señales de radio emitidas por la pequeña cápsula después de su aterrizaje en Australia.
Posteriormente, durante la mañana de este domingo ha confirmado que se ha recogido la cápsula con un mensaje en Twitter.
«¡Encontramos la cápsula!¡Junto al paracaídas!¡Wow!», decía el mensaje publicado después de que el helicóptero enviado al desirto de Woomera al sur del país oceánico cumpliera con su misión.
La cápsula se desacopló exitosamente de la sonda a una distancia de 220.000 kilómetros de la Tierra, según la agencia japonesa.
El artefacto ha extraído material que tiene 4.600 millones de años cuyo origen pertenece a los «primeros tiempos del sistema solar», según el jefe de la misión, Makoto Yoshikawa.
Las muestras del asteroide Ryugu son las primeras que se extraen de debajo de la superficie de un asteroide y comenzarán a ser analizadas en junio en el país del sol naciente.
Los investigadores esperan que el análisis de las muestras les ayude a rastrear el origen del sistema solar y estas además podrían contener material orgánico, que podría ser «el origen de la vida en la tierra», según Yoshikawa, ya que una hipótesis sobre el comienzo de la vida es que asteroides similares impactaran contra nuestro planeta en algún momento y trajeran así el agua a la superficie del planeta.
Con el aterrizaje, se pone fin a una operación que empezó en diciembre 2014 con el lanzamiento de la sonda Hayabusa 2, que ha iniciado un nuevo camino hacia otro asteroide al que debería llegar en unos diez años.
Un modelo anterior del Hayabusa 2 trajo muestras sólidas de un asteroide a la Tierra por primera vez en la historia en 2010.
El Centro Aerospacial Alemán (DLR por sus siglas originales) y la agencia espacial francesa también colaboraron en el proyecto que el director ejecutivo del DLR ha calificado como «un momento histórico para la investigación espacial».
La agencia japonesa planea permitir el acceso a algunas muestras a la NASA y en 2022 a investigadores de otros países.
Fuente: europapress.es