Astrónomos europeos encontraron el agujero negro más cercano a la Tierra hasta ahora, tan cerca que las dos estrellas que bailan con él se pueden ver a simple vista.
Por supuesto, la cercanía es en escala galáctica. Este agujero negro está a unos 1.000 años luz de distancia y cada año luz es de 9,5 billones de kilómetros (9,9 billones de millas). Pero en términos del cosmos e incluso de la galaxia, está en nuestro vecindario, dijo el astrónomo del Observatorio Europeo Austral, Thomas Rivinius, quien dirigió el estudio publicado el miércoles en la revista Astronomy & Astrophysics.
El agujero negro más cercano del que antes se tenía registro está a unos 3.200 años luz, indicó Rivinius.
El hallazgo en la constelación de Telescopium, en el hemisferio sur, sugiere que hay más de estos por ahí. Los astrónomos teorizan que hay entre 100 millones y 1.000 millones de estos objetos pequeños pero densos en la Vía Láctea.
El problema es que no podemos verlos. Nada, ni siquiera la luz, escapa a su fuerza de atracción. Por lo general, los científicos los detectan cuando engullen secciones de una estrella o algo más. Los astrónomos piensan que la mayoría de los agujeros negros no tienen nada lo suficientemente cerca como para tragar. Entonces pasan inadvertidos.
Usando un telescopio en Chile, los astrónomos confirmaron que había algo que medía cuatro o cinco veces la masa de nuestro sol atrayendo a una estrella cercana. Solo podía ser un agujero negro, concluyeron.
Como la mayoría de su tipo, este agujero negro es pequeño, tal vez 40 kilómetros (25 millas) de diámetro.
Estas son estrellas jóvenes y calientes en comparación con nuestro sol de 4.600 millones de años. Quizás tengan 140 millones de años, pero a 15.000 grados C (26.000 F) son tres veces más calientes que el sol, dijo Rivinius. Hace unos 15 millones de años, una de esas estrellas creció y se calentó demasiado y se convirtió en supernova, un proceso violento para convertirse en agujero negro, explicó.
Fuente: AP