El análisis de los aficionados, con la supervisión de científicos, tomó en cuenta una gran cantidad de fotos capturadas por el telescopio Hubble
El análisis por parte de aficionados, con la posterior supervisión de científicos, de 37,000 fotografías tomadas durante 19 años por el telescopio Hubble, de la NASA y la Agencia Espacial Europea (AEE), permitió catalogar 1,031 asteroides pequeños que habían pasado desapercibidos.
El hallazgo liderado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y el Centro Europeo de Astronomía Espacial de Madrid aparece recogido en la revista científica Astronomy and Astrophysics.
“Había algún indicio de que esta población de pequeños asteroides existía, pero ahora lo confirmamos analizando fotografías aleatorias del archivo del Hubble. Y es importante para aportar ideas sobre los modelos evolutivos de nuestro Sistema Solar”, subraya Pablo García Martín, investigador de la autónoma en un comunicado de la ESA.
El hallazgo de muchos asteroides pequeños induce a pensar, según los autores, que se trata de fragmentos de asteroides mayores que colisionaron y se rompieron en pedazos, quedando como si fueran un amasijo de cerámica aplastada, en un proceso de “trituración” que habría durado miles de millones de años.
En total, los 11,482 aficionados que colaboraron con el proyecto encontraron 1,701 rastros de asteroides en el archivo fotográfico de dos décadas, de los cuales 1,031 no estaban catalogados.
De esos no catalogados, unos 400 tienen un tamaño inferior a un kilómetro.
Debido a la rápida órbita del Hubble alrededor de la Tierra, el telescopio puede captar asteroides errantes a través de sus rastros.
Y es que los asteroides “fotobombardean”, por así decirlo, las exposiciones del Hubble, dejando inconfundibles estelas curvas en las fotografías que toma el telescopio.
El siguiente paso de la investigación será ubicar las órbitas de los asteroides
A medida que el Hubble se desplaza alrededor de la Tierra, cambia su punto de vista mientras observa un asteroide, que también se desplaza a lo largo de su propia órbita.
Conociendo la posición del Hubble durante la observación y midiendo la curvatura de las estelas, los científicos pueden determinar las distancias a los asteroides y estimar las formas de sus órbitas.
Los asteroides captados se encuentran principalmente en un cinturón principal, situado entre las órbitas de Marte y Júpiter.
Las sensibles cámaras del Hubble miden su brillo y, comparándolo con la distancia, permiten estimar su tamaño.
En 2019, un grupo internacional de astrónomos lanzó el Hubble Asteroid Hunter (Cazador de Asteroides Hubble, en español), un proyecto de ciencia ciudadana para identificar asteroides en los datos de archivo del Hubble.
La iniciativa fue desarrollada por investigadores e ingenieros del Centro Europeo de Ciencia y Tecnología (ESTEC) y el centro de datos científicos del Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESDC), en colaboración con Zooniverse, la plataforma de ciencia ciudadana más grande y popular del mundo, y Google.
Los 11,482 voluntarios hicieron casi dos millones de identificaciones tras recibir cierto entrenamiento.
A continuación, el proyecto explorará las estrías de asteroides hasta ahora desconocidos para caracterizar sus órbitas y estudiar sus propiedades.
Fuente: forbes.com.mx