Seis astronautas pasan un año aislados en Hawái como si fuera Marte

El grupo, integrado por tres hombres y tres mujeres, confinados en una cúpula de 11 metros de diámetro y seis de altura, permaneció sin ningún contacto con el exterior.

Un experimento denominado HI-SEAS, cuyos artífices son la NASA y la Universidad de Hawái, finalizó el pasado domingo 28 de agosto, cuando seis científicos salieron por fin al exterior de un volcán que simulaba ser Marte, tras un año aislados.

La iniciativa se ha realizado en las laderas del volcán inactivo Mauna Loa, en Hawái, un paisaje árido de lava rojiza a 2 mil 500 metros sobre el nivel del mar que recuerda al del Planeta Rojo.

El grupo, integrado por tres hombres y tres mujeres, confinados en una cúpula de once metros de diámetro y seis de altura, permaneció sin ningún contacto con el exterior del lugar durante 365 días, con la excepción de algunas comunicaciones por audio, vídeo e internet.

El objetivo del programa era comprobar las exigencias extremas de una vida en Marte, que sigue siendo uno de los grandes anhelos postergados de la aviación espacial. Los científicos han intentado desvelar cómo el aislamiento y la falta de privacidad en un pequeño grupo puede afectar a sus miembros.

Este fin de semana las personas salieron del espacio delimitado sin sus trajes espaciales.  “Estoy muy emocionado por tener sensaciones como caminar al aire libre, encontrarme con extraños y comer productos frescos”, ha asegurado el astrobiólogo francés Cyprien Verseux.

Durante toda la experiencia, los astronautas realizaron experimentos de agricultura y química, además de emplearse de forma constante en el mantenimiento de la cúpula, incluidos trabajos de electricidad y fontanería. En Marte estas labores serían indispensables para subsistir. Por otro lado, salían al exterior para realizar investigaciones de campo, siempre con trajes espaciales.

“Una misión a Marte es realista en el futuro cercano. Los problemas técnicos y psicológicos se pueden superar”, ha dicho el astronauta.

Una de las preocupaciones de la NASA es aprender sobre la cohesión y la evolución psicológica de personas que participan en misiones aisladas y extremas como los viajes espaciales, donde el estrés y el peligro real son continuos, antes de enviar astronautas a Marte, un logro que se espera conseguir en la década de 2030.

Fuente: lainformacion.com / Diego Caldentey