En pos de tecnología contra el plagio académico

¿Cometió el estudiante algunos errores de estilo o plagió deliberadamente docenas de párrafos en su tesis? ¿Olvidó el investigador citar las referencias bibliográficas en su artículo científico o incurrió en una falta grave de ética?

Las diferentes modalidades de plagio escrito en círculos académicos —que van desde el burdo copy-paste hasta un meticuloso reemplazo de sinónimos y estructura sintáctica— pueden comprometer el prestigio de una universidad, dañar la credibilidad de una editorial y restar brillo a la trayectoria de docentes, investigadores y directores de tesis si no se previene y detecta a tiempo.

Para el estudiante, sus deshonestidades al redactar un texto pueden merecerle diferentes sanciones, como una amonestación, calificación reprobatoria en el curso o hasta la expulsión definitiva de la institución, en función del reglamento interno y el código de ética.

Con el objetivo de generar una cultura de prevención del plagio y mejorar la calidad de la producción intelectual, el Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica (Conricyt), suscribió en 2016 un contrato con la empresa Turnitin para ofrecer gratuitamente una herramienta de software que ayuda “principalmente a docentes” a detectar y determinar la falta de originalidad en trabajos académicos y publicaciones.
“Wikipedia y el Rincón del vago”

Turnitin es una empresa fundada en 1996 por John Barrie, doctor en biofísica por la Universidad de California en Berkeley, que se alarmó cuando comprobó el creciente nivel de plagio en el que incurrían sus alumnos, justo cuando el uso de Internet como herramienta de búsqueda de información se popularizaba.

Con la tecnología actual y en su versión más reciente, el usuario de este software que desea verificar la originalidad de un texto tiene acceso instantáneo y automático a 61 mil millones de páginas de Internet indexadas, 640 millones de trabajos estudiantiles —como ensayos, tesis y publicaciones internas de instituciones académicas—, además de 160 millones de artículos científicos.

Mediante el uso de algoritmos y análisis de metadatos, el programa compara en segundos los contenidos del texto bajo escrutinio y genera porcentajes de similitud y coincidencias, para que así el docente determine, bajo sus propios criterios, el nivel de originalidad y ofrecer retroalimentación al alumno, de considerarlo necesario.

“Honestidad científica”

El acceso libre al software de Turnitin está disponible “desde la nube” para investigadores, docentes y alumnos de algunas instituciones beneficiadas por el Conricyt, entre las que se incluyen 33 universidades públicas, el sistema de 27 centros de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), además del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav IPN).

“Conricyt, al apoyar al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC), a las revistas indexadas por Conacyt y a los miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), con soluciones les permite a los académicos, investigadores, escritores y editores revisar sus contenidos para asegurar que están citando correctamente y que están contribuyendo a las áreas del conocimiento”, dice Rosa Elva Elizondo, directora regional de Turnitin en Latinoamérica.

“Desde la sala de prensa…”

La firma con sede en Oakland, EE. UU., también desarrolló la herramienta de detección de plagio iThenticate, orientada a editores de revistas científicas, medios de comunicación y agencias informativas.

Un creciente número de editoriales en México advierte que serán rechazados todos aquellos artículos en los que se detecte plagio, autoplagio, prácticas dudosas de citación o no aprueben el poceso de fact-checking (revisión de datos), que resulta crítico para asegurar la solvencia y prestigio informativos.

De acuerdo con Rosa Elva Elizondo, el software iThenticate compara un texto en revisión contra una base integrada por 60 mil millones de páginas en Internet y 105 millones de textos informativos —como artículos, reportajes, entrevistas y crónicas— publicados en revistas, periódicos, suplementos, enciclopedias y libros electrónicos (e-books).

Conricyt también ofrece a sus beneficiados acceso libre a iThenticate, desde su página de inicio en Internet. Para hacer uso de la herramienta, académicos, estudiantes o investigadores de instituciones adscritas al consorcio deberán remitir la información solicitada en el formulario disponible en línea.

La ejecutiva de Turnitin asegura que ambas herramientas de software son un apoyo para la creación original de trabajos académicos y publicaciones, incentivan el pensamiento crítico entre los alumnos y permiten a los docentes una evaluación de contenidos sólida y documentada.

Fuente: Agencia Conacyt