Las utilidades de robots serpiente en la astronáutica

Unos investigadores noruegos han evaluado el abanico de misiones que podría realizar un robot serpiente, determinando que es factible que lleven a cabo trabajos de mantenimiento en la Estación Espacial Internacional (ISS), que investiguen la superficie de cometas y que ayuden a examinar la viabilidad de que grupos de seres humanos vivan y trabajen en túneles de lava en la Luna.

Hace tres años, la SINTEF (Fundación para la Investigación Científica e Industrial), en Noruega, estuvo analizando si los robots serpiente podrían realizar trabajos de apoyo para astronautas de expedición en Marte.

Formando parte de un proyecto financiado por la Agencia Espacial Europea (ESA), el equipo de Aksel Transeth, de la SINTEF, va a continuar con esta línea de investigación y desarrollo, y está llevando ya a cabo un estudio preliminar para examinar las aplicaciones potenciales de la nueva tecnología en la astronáutica.

Han transcurrido casi 50 años desde que los primeros humanos caminaron sobre la superficie de la Luna. La ESA (Agencia Espacial Europea) cree que el próximo gran paso de la humanidad en la astronáutica podría ser un proyecto global conjunto dirigido a establecer un asentamiento en nuestro satélite natural, un “pueblo lunar”. Esa base lunar permitiría una presencia humana permanente en la Luna para actividades científicas, así como para algunos negocios, incluyendo el turismo lunar y la explotación minera de materiales que en la Tierra son escasos y muy valiosos. Se cree que un sitio idóneo en el que construir dicha base será alguno en el cual se puedan aprovechar los tubos de lava, o túneles, donde en el pasado fluyó roca fundida.

Edificar en los tubos de lava supondrá que los pobladores queden bien protegidos de la dañina exposición a la radiación cósmica y los meteoritos.

Sin embargo, tales túneles deben ser inspeccionados con antelación para asegurar que es posible que las personas vivan y trabajen en ellos sin tener que afrontar riesgos excesivos, y aquí es donde los robots serpiente podrían tener un papel que desempeñar. Un robot serpiente podría trepar y descolgarse por tubos de lava discurriendo en vertical, como las serpientes lo hacen en los árboles.

La ESA también está interesada en el estudio de los cometas. Dado que bastantes de estos proceden de la periferia del sistema solar o de más lejos, las bajas temperaturas los han conservado sin apenas cambios importantes desde su formación, que data de muchísimo tiempo atrás, justo de cuando el sistema solar comenzaba a formarse. Por todo ello, los cometas son como una “caja negra” de la creación del sistema solar, y los investigadores esperan que alberguen huellas con las que sea posible resolver algunos de los misterios de la historia de nuestro sistema solar.

En 2004, la ESA lanzó la sonda espacial Rosetta, y en 2014 esta liberó la sonda de aterrizaje Philae sobre el cometa 67P/Tsjurjumov­Gerasimenko. Esta última estaba equipada con un sistema de arpones diseñado para mantenerla en su lugar tras el aterrizaje. Por desgracia, no funcionó.

Prácticamente no hay gravedad en un cometa. Si intentamos caminar sobre su superficie, la fuerza de un paso, al presionar con el pie en el suelo para impulsarnos hacia delante, hará que salgamos despedidos al espacio. Así que el equipo de Transeth ha buscado formas de que los robots serpiente puedan moverse sobre un cometa manteniéndose al mismo tiempo fijados sobre la superficie.

De entre las posibles aplicaciones para estos robots, la que, a juicio de Transeth, es la más realizable a corto plazo consiste en usarlos para labores de apoyo en la ISS.

Los astronautas llevan a cabo experimentos que sus colegas en la Tierra les envían en cajas, y estos experimentos tienen que ser realizados en un estado de microgravedad. Los astronautas también deben ocuparse del mantenimiento de todo el equipamiento necesario para mantener en marcha la estación espacial, lo cual incluye inspecciones que pueden resultar tediosas y muy largas.

Por todo ello, cualquier cosa que les ahorre tiempo durante su frenética agenda vale su peso en oro.

En opinión de Transeth, es posible que un robot pueda desempeñar buena parte del trabajo de inspección rutinaria y mantenimiento. Un robot serpiente podría meterse en los rincones más inaccesibles de la ISS, realizar una inspección de los numerosos experimentos, y quizás incluso llevar a cabo pequeñas tareas de mantenimiento.

Fuente: noticiasdelaciencia.com