La evolución de la tecnología para monitorear las emociones de las personas

En el marco de la conferencia “Estadísticas Estratégicas: Cambiando el Futuro de la Atención Médica” impulsada por la Universidad de Chile y el Massachusetts Institute of Technology (MIT), una ingeniera de la casa de estudios estadounidense detalló sobre sus estudios relativos al monitoreo de las emociones que han contribuido en la ayuda de patologías como el autismo.

La académica Rosalind Picard relató cómo logró el desarrollo de “Embrace”, un wearable similar a un reloj inteligente que actualmente está siendo utilizado por algunos pacientes en Estados Unidos, capaz de analizar, sólo con mantener contacto con la piel y las terminales nerviosas que se registran en las primeras capas dérmicas, la actividad cerebral de las personas.

Este reloj, distribuido por la compañía Empatica, puede alertar a familiares cuando un paciente con autismo está sufriendo un ataque con sólo monitorear con sus sensores en la muñeca del paciente.

Picard señala que este dispositivo se originó a raíz de un estudio que buscaba interpretar las emociones para los niños con autismo, sin embargo, “trabajando con ellos, un joven en el espectro del autismo, se acercó a mí y me dijo ‘Rosalind, estás entendiendo todo esto al revés’ y me detalló que el problema no era entender las emociones de las personas, sino que los demás entendieran las de él”.

Con esto la ingeniera comenzó a desarrollar una tecnología que finalmente decantó en análisis dérmico de las conexiones eléctricas en las personas.

“En el MIT, con mi equipo, estamos muy felices de que los wearables han avanzado de algo que sólo utilizaban aquellos más apegados a la tecnología, para transformarse en algo que puede ayudar a las personas realmente e incluso salvar vidas”, señaló Picard.

La importancia de las emociones

“Hay una razón muy importante en mirar y estudiar el estado de ánimo de las personas, porque existe un crecimiento significativo en los últimos 50 años sobre esta materia”, advirtió la científica.

Según datos entregados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) la tasa de suicidios en Estados Unidos -algo que según Picard es extrapolable a otros países en el mundo- ha aumentado en un 24% entre 1999 y 2014.

Además, las proyecciones de la OMS indican que para 2020, se registrará un suicidio cada 20 segundos en el mundo. Mientras que en 2030 se estima que las vidas perdidas o afectadas por causa de la depresión, serán más que aquellas tomadas por cáncer, accidentes, guerras e incluso accidentes cerebrovasculares.

Es por esto que Picard insiste en la importancia de monitorear las emociones en las personas y la correcta interpretación de signos que podrían conllevar a patologías más complejas.

Fuente: Emol.com