En China utilizan la impresión 3D para recrear importantes obras milenarias

Parecen reliquias de una época pasada pero importantes figuras de la cultura china están siendo recreadas actualmente gracias a la tecnología de la impresión 3D, desde la cabeza de Buda de la dinastía Tang o la colección de soldados de la era Quin, todo esto gracias a un esfuerzo de distintas organizaciones.

“Todos los intrincados detalles del diseño original se reproducen en un molde 3D”, contó Xi Xin, presidente de la empresa Xian Chizi Digital Technology. “Los humanos pueden no ser capaces de reproducir todo lo que quieren en el diseño, pero la impresora puede hacerlo todo”, agregó.

La empresa, que vende sus productos en tiendas de museos y a coleccionistas, es uno de los negocios que se están beneficiando de la incursión china en la impresión en tres dimensiones, una industria que crece deprisa y que se incorporó a la estrategia nacional manufacturera del país.

La impresión 3D llegó a China en la década de 1990, explicó Luo Jun, presidente de la asociación nacional de profesionales de tecnologías de impresión 3D, gracias a que académicos de las universidades de Tsinghua y de Huazhong llevaron la tecnología desde Estados Unidos.

Los expertos detallan que el proceso de diseño que realiza una persona puede tomar entre uno y tres meses, mientras que la impresión puede requerir un plazo de sólo unas pocas semanas para las piezas más elaboradas. Cuando se completa un prototipo, se empieza a producir en masa en una fábrica usando el mismo material -normalmente madera o cobre- que la reliquia en la que se basó.

Las figuritas se venden ahora en el mausoleo de Qin Shi Huang, el primer emperador chino, y sus Guerreros de terracota.

Gracias a la impresión 3D, los visitantes de esa sepultura del año 200 a.C. pueden irse con reproducciones exactas de los soldados en la palma de su mano.

Fuente: AFP