Las cesáreas aumentan, y mucho, el riesgo de obesidad de los bebés

La cesárea es un procedimiento quirúrgico necesario en aquellos casos en los que el parto vaginal puede comprometer la salud del bebé o de la madre. Un procedimiento cada vez más común en todo el mundo pero que, como recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS) a tenor del incremento de cesáreas en todo el planeta, solo debe llevarse a cabo cuando resulte necesario. Y es que muchas cesáreas se realizan a menudo sin ninguna justificación médica, poniendo a las mujeres y sus bebés en riesgo de problemas de salud a corto y largo plazo. De hecho, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard en Boston (EU) demuestra que las cesáreas aumentan en gran medida el riesgo de obesidad no solo del neonato, sino también de sus futuros hermanos.

Como explica Jorge Chavarro, director de esta investigación publicada en la revista JAMA Pediatrics, “las cesáreas son, sin ninguna duda, un procedimiento necesario que salva vidas en muchos casos. Pero las cesáreas también se asocian con algunos riesgos conocidos tanto para la madre como para el bebé. En este contexto, nuestro estudio muestra que el riesgo de obesidad de los descendientes podría ser otro factor a tener en cuenta”

Hermanos más obesos

Para llevar a cabo el estudio, los autores realizaron un seguimiento hasta la edad adulta de un total de 22 mil 068 niños alumbrados por 15 mil 721 mujeres, en 4 mil 921 de los casos mediante cesárea –procedimiento empleado cada año en Estados Unidos en cerca de 1.3 millones de nacimientos, cifra que se corresponde con cerca de un tercio del total de los partos que se producen en el país.

Los resultados mostraron que, frente al parto vaginal, los niños nacidos por cesárea tenían un riesgo un 15 por ciento superior de desarrollar obesidad. Y asimismo, que este incremento del riesgo se mantenía hasta la edad adulta.

Es más; comparados frente a sus hermanos ya alumbrados por parto natural, los niños nacidos mediante cesárea presentaban un riesgo hasta un 64% mayor de padecer obesidad.

Y llegados a este punto, ¿qué sucede con aquellos bebés nacidos en un parto natural y cuyas madres ya se habían sometido previamente a una cesárea? Pues en este caso, y comparados frente a los nacidos por cesárea de madres en los que ya se había acometido una cesárea previa, el riesgo de desarrollar obesidad en algún momento de su vida fue un 31 por ciento inferior.

No es la genética

En este contexto, debe tenerse en cuenta que las mujeres en las que se practicó la cesárea presentaban en mayor medida algunos factores que pudieron explicar la necesidad de llevar a cabo este procedimiento quirúrgico, caso de un mayor IMC previo a la gestación, diabetes gestacional y preeclampsia. Sea como fuere, y con independencia de todos estos factores, parece que la cesárea aumenta el riesgo de obesidad de la descendencia.

 Como concluye Jorge Chavarro, “considero que nuestros hallazgos, muy especialmente aquellos que muestran una diferencia notable en el riesgo de obesidad entre los niños nacidos a través de cesárea y sus hermanos alumbrados por parto vaginal, ofrecen una evidencia incontestable de que la asociación entre la cesárea y la obesidad infantil es real. Esto se explica porque en el caso de los hermanos muchos de los factores que podrían jugar un papel, cuando menos potencial, en el riesgo de obesidad, caso de los genéticos, serían iguales para todos los hermanos salvo uno: el tipo de parto”.

Fuente: ABC