Identifican los genes que dan forma a la cara

Muchos estudios sugieren que la forma de la cara de las personas está controlada por genes concretos, pero aún no se entiende cómo pequeñas variaciones de esos genes moldean las formas y los tamaños de las distintas partes de la cara.

Ayer jueves, un estudio publicado en PLOS Genetics por científicos de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, ha relacionado muchas características de la cara, como el tamaño de la nariz o la anchura del rostro, con variaciones genéticas específicas.

«Nuestro análisis ha relacionado muchos genes con rasgos de la cara que nunca se habían mencionado en otras investigaciones», ha dicho en un comunicado Seth Weinberg, el primer autor del estudio.

Los investigadores han descubierto que muchos de esos genes estaban en partes de los cromosomas relacionados con el desarrollo del cráneo y de la cara y, por lo tanto, están implicados en la aparición de anormalidades en el desarrollo facial durante el desarrollo embrionario.

Por eso, los científicos creen que identificar las variantes genéticas implicadas en la formación de la cara pueden ayudar a identificar factores de riesgo genético implicados en la aparición de malformaciones, como puede serlo el labio leporino.

Para llevar a cabo este trabajo, los investigadores hicieron varios análisis a un total de 3.118 personas europeas sanas. En primer lugar, hicieron un análisis genómico muy amplio, que implicaba un millón de mutaciones. Después, buscaron su asociación con 20 características faciales, medidas con tecnología 3D, entre las que estaba la anchura facial, la distancia entre los ojos, el tamaño de la nariz, la distancia entre labios y los ojos, etc.

Gracias a esto, se establecieron relaciones estadísticas entre estos rasgos y algunas de estas mutaciones.

A pesar de todo, los científicos han resaltado que estos descubrimientos solo afectan a una pequeña fracción de los genes implicados en darle forma y tamaño a la cara humana. Por ello, creen que será necesario hacer estudios más amplios para tratar de recoger y cuantificar la base genética del desarrollo facial.

Fuente: abc.es/ciencia