El descubrimiento de un fabricante de condones: el tamaño sí importa

Los condones tienen la mala reputación de ser una mala envoltura. Muchas veces los hombres se quejan de molestias, disminución de sensibilidad y mal ajuste. Un estudio reciente descubrió que solo un tercio de los hombres estadounidenses los usa.

Ahora, los cambios que hizo la Oficina de Administración de Alimentos y Medicinas (FDA por su sigla en inglés) y los grupos de estándares de la industria permitieron la creación de unos condones que son el equivalente a los trajes a la medida. Una compañía con sede en Boston comenzó a vender condones en 60 tallas que combinan diez tamaños y nueve tipos de circunferencias.

¿Acaso este avance mejorará el gusto por los condones, el único método anticonceptivo que también protege de casi todas las enfermedades de transmisión sexual? Los expertos en salud pública no están seguros.

Muchas ideas para mejorar los condones se han ido a pique, algunas veces obstaculizadas por el costo de las pruebas que son necesarias para satisfacer a la FDA, que considera a los condones como artículos médicos. Una competencia patrocinada por la Fundación Bill and Melinda Gates buscaba ideas para condones más placenteros en 2013, pero aún no ha lanzado ninguno al mercado. Mientras que algunos ganadores aún diseñan sus prototipos, otros se han dado por vencidos.

Cuando la compañía de condones a la medida, Global Protection Corp, presionaba a la FDA y a las asociaciones de estándares de la industria para poder hacer cambios, una prioridad importante era poder crear tamaños más pequeños, según dijo el presidente de la empresa, Davin Wedel. Hasta hace poco, los condones estandarizados tenían que ser de al menos 17 centímetros, sin embargo, los estudios encontraron que el pene erecto promedio es más o menos dos centímetros más corto.

“La idea era que tenía que ser lo suficientemente largo para que le quedara a la mayoría de los hombres, y el excedente se podía enrollar y ya”, dijo Debby Herbenick, un experto de salud sexual en la Universidad de Indiana. Ella y sus colegas publicaron un estudio de 1661 hombres que viven en todo el territorio de Estados Unidos, y encontraron que el pene del 83 por ciento medía menos que los condones estándar. El largo promedio era de 14 centímetros.

En algunos estudios, los hombres se quejan de que “los condones suelen resbalarse”, dijo Ron Frezieres, el vicepresidente de investigación y evaluación de Essential Access Health, una asociación sin fines de lucro. Además, algunas veces los condones largos se sienten apretados porque “los hombres con longitudes menores tienen un gran rollo de látex en la base del pene”.

Los condones por tallas, comercializados bajo la marca myONE Perfect Fit, tienen largos que van de 12 a 24 centímetros y circunferencias de 9 a 12 centímetros —los condones estándar comúnmente miden de 17 a 21 centímetros de largo y 10 a 11 centímetros de ancho—. La plantilla que se les da a los hombres para que se midan no incluye pulgadas ni centímetros, sino que usan letras y números en orden aleatorio. Un hombre puede ser E99 y el otro Z22.

“Si antes compraban un condón pequeño y de todos modos era muy grande, era una experiencia terrible para los hombres”, dijo Wedel, cuya compañía es la propietaria de los condones myONE. A pocas horas de haber salido a la venta, dijo, los clientes ordenaron condones de las 60 tallas.

Un cliente, Shawn Reimund, de 34 años, en Austin, Texas, ordenó la talla B17. Con los condones estándar “la longitud era frustrante porque se te resbalaba mucho”, dijo, y el exceso de látex “te cortaba la circulación, lo comparo con una anaconda que te aprieta por todos lados”. Además, “algunas veces el ancho simplemente no era suficiente”.

Otras ideas para mejorar los condones han sido simplemente desconcertantes. La Galactic Cap, una pieza de poliuretano que solamente cubre la punta y se pega con adhesivo médico, no ha sido evaluada lo suficiente para intentar conseguir la aprobación de la FDA. Sin embargo, Charles Powell, su inventor californiano, lo vende de todos modos por 20 dólares, “volando bajo el radar de la FDA”, dijo.

“Si me persiguen, moveré mis operaciones al otro lado de la frontera hacia México”, dijo. Defiende que la Galactic Cap permite mayor sensibilidad porque más piel queda al descubierto, sin embargo, admite que no protege necesariamente de enfermedades de transmisión sexual y ha recibido quejas de que el adhesivo parecido al de las tiritas o curitas hace que sea “muy doloroso de quitar”.

Otras ideas parecían más viables pero se estancaron por razones financieras. Mark McGlothlin, ganador de 100.000 dólares otorgados por la Fundación Gates para desarrollar condones que permiten sensaciones naturales hechos de colágeno de tendones vacunos o escamas de pez, dijo que le faltaban dos millones de dólares para las pruebas clínicas necesarias.

Los condones Origami, plegados para que permitan el movimiento interno, se recibieron con algarabía y obtuvieron una beca Gates. Sin embargo, nuestros esfuerzos para revisar su estatus con el inventor no tuvieron éxito.

Una ganadora de la Fundación Gates, Mahua Choudhury, una médica farmacóloga del Centro de Ciencias de la Salud A&M en Texas, dijo que las empresas de condones estaban considerando invertir en su condón de hidrogel elástico. Su propuesta también declara que agregar un antioxidante al condón podría ayudar a la circulación sanguínea y la relajación muscular para “estimular y mantener la erección”.

La organización de Frezieres, que ganó dos becas Gates por un total de 1,2 millones de dólares para un “condón ceñido de polietileno ultra delgado”, tiene socios corporativos y resultados de pruebas clínicas. Ahora se encuentra “afinando el material” y espera poder realizar pruebas finales en poco tiempo, dijo.

El presidente de la compañía de tallas a la medida, Wedel, de 50 años, comenzó en la industria de los condones cuando era un estudiante de licenciatura en la Universidad Tufts, y vendía junto a un compañero paquetes de condones impresos con la mascota de la universidad, el elefante Jumbo.

El sida estaba en su apogeo, dijo. “Agregamos una frase graciosa y una fotografía en un condón y listo; le habíamos quitado el tabú a los condones”.

En poco tiempo, Wedel, que había considerado convertirse en un violinista profesional, le informó a su madre, la directora del coro de una iglesia en Crystal Lake, Illinois, que se iba a dedicar “completamente al negocio de los condones”. Fue el cocreador del condón que brilla en la oscuridad, ayudó a abrir Condomanía, la tienda de Manhattan, y ganó un juicio legal para vender Pleasure Plus, un condón que se abomba cerca de la punta.

Aún ahora, “los condones tienen un enorme problema de imagen”, reconoció Wedel, cuya compañía trabaja muy de cerca con organizaciones de salud pública. El nuevo estudio federal descubrió “que la falta de uso de los condones continúa siendo común”, y que cerca del siete por ciento de las mujeres que los usan dicen que los condones “se rompen o se caen totalmente”.

Aunque los condones a la medida se lanzaron a la venta en Europa en 2011, comercializados por TheyFit, empresa que fue adquirida por Global Protection, tomó años de presiones a la FDA y a dos organizaciones de estándares —ASTM International e ISO— para que los artículos pudieran llegar a Estados Unidos, dijo Wedel.

Sin embargo, existe un problema: las pruebas como la de “cuelga y exprime”, en las que los condones se llenan con agua y se exprimen para ver si gotean, y el examen de “burbuja”, en el que se revisa si revientan al inflarlos fueron diseñadas para condones más grandes.

“Si haces un condón que tiene menos de la mitad del volumen de un condón estándar, no lo vas a llenar con la misma cantidad de agua, o no es tan largo para estirarse en el torno para la prueba de burbujas de aire”, dijo.

Finalmente, la FDA les otorgó permisos de venta para los distintos tamaños, y el año pasado ASTM International diseñó nuevos métodos de pruebas para una mayor variedad de condones.
En una página de Reddit para hombres que consideran que tienen penes pequeños, la reacción a los condones por tallas fue variada.

Un miembro, RatsSewer —quien, al igual que otros usuarios, no quiso dar su nombre real— dijo que contar con materiales distintos al látex “sería mucho más útil que los condones a la medida”, y agregó: “Si quiero buen sexo, no uso condón”.

Otro usuario, Thrown_away011235, mostró interés: “Los condones que se enrollan hacia arriba y se resbalan han quedado en el pasado”.

Monkeyfun14 dijo que había ordenado condones a la medida y, aunque le quedan bien, considera que los baratos de tamaño estándar son suficientes. “No es como un par de zapatos o un sostén que tienes que usar todo el día”.

Yaforgot-my-password también los ordenó, y dijo que los condones regulares son muy pequeños. “Sé que no pertenece a este subreddit”, señaló, “pero navego por aquí a veces”. Los hechos a la medida son “bastante buenos hasta ahora”.

Los condones por talla cuestan 66 centavos de dólar por pieza en un envío regular de 24 (el costo por pieza es de 1,66 dólares en un paquete de seis). Los primeros compradores también recibieron la talla siguiente más grande y la más pequeña gratis.

Michael Davis, de 21 años, un estudiante universitario de Waverly, Florida, dijo que prefiere la talla M77, una talla más grande de la que ordenó en un principio. La circunferencia del condón estándar era “simplemente muy grande”, dijo. Con los condones a la medida, no se ha topado con “ningún resbalón”.

Herbenick dijo que la educación sobre el condón, además de consejos como agregar lubricantes, es más importante que poder conseguir 60 tallas. Ella y sus colegas publicaron un estudio que descubrió que los condones por tallas son menos propensos a romperse pero, para algunos hombres, era más probable que se resbalaran.

Algunos hombres quizá “prefieran un condón que piensan que le queda a su pene”, dijo. “Pero la mayoría —los hombres y sus parejas— están bien con los condones en existencia”.

Aún así, Frezieres dijo que, incluso sin “beneficios reales”, los condones a la medida podrían aumentar su uso simplemente por proveer “una dosis adicional de confianza”.

Fuente: The New York Times