La Ciudad de México busca soluciones para mejorar la calidad del aire

La contaminación de la Ciudad de México alcanzó durante el año 2016 niveles no experimentados en la década anterior debido a las condiciones climáticas adversas, incluidas las inversiones térmicas que impiden que los contaminantes se eleven y se dispersen naturalmente. En el corto plazo, se ven pocas perspectivas de introducir a gran escala mejoras impulsadas por la tecnología para atacar este problema, la mayoría de las propuestas para reducir la contaminación tienen que ver con reducir la cantidad de vehículos en movimiento diariamente, muchas de estas restricciones inciden directamente sobre los trabajadores, haciendo que estos lleguen tarde a su trabajo, lo que les acarrea descuentos y despidos.

Muchos de estos trabajadores despedidos recurren a la tecnología para buscar un nuevo empleo que quede más cercano a sus viviendas, dentro de esas opciones están los sitios de clasificados por Internet como Segundamano, el cual ofrece una amplia variedad de ofertas laborales a sus usuarios, lo cuales con solo realizar una búsqueda por empleo DF tendrán ante sí una nueva oportunidad de sumarse al mercado laboral de la ciudad. Además de su amplia trayectoria y excelentes servicios ofrecidos en su portal y página de facebook, Segundamano cuenta informa a todos sus clientes sobre los eventos importantes y anuncios destacados que tiene para ofrecer dicha empresa.

Los eventos de contaminación severa ocurridos durante el año 2016 ocurrieron durante el endurecimiento hecho al programa anticontaminación de ProAire, la cual es una iniciativa conjunta del gobierno mexicano y la ciudad, pues gran parte del problema es debido a la zona geográfica donde se encuentra asentada la metrópoli.

La Zona Metropolitana del Valle de México, que incorpora la Ciudad de México y los municipios vecinos, se encuentra a 2.200 metros sobre el nivel del mar, una altura que hace que la combustión de los combustibles fósiles sea menos que ideal. La Ciudad de México también se encuentra en una cuenca natural, virtualmente rodeada de montañas que atrapan el aire contaminado, por lo que reducir el número y las emisiones de los vehículos de carretera sigue siendo un objetivo crucial.

Entre las soluciones que se pueden implementar figura una combinación de sistemas de diagnóstico a bordo de los vehículos, así como pruebas dinámicas de escape del tubo de escape, que funcionen en conjunto con un régimen obligatorio para restringir el acceso de vehículos insatisfactorios. El monitoreo sería inicialmente manual, en las estaciones de inspección, y pasaría progresivamente a la detección remota en el camino.

Mientras tanto ProAire continuará operando, en conjunto con las agencias federales y estatales encargadas de monitorear la calidad del aire en el área metropolitana. Es algo increíble que, a pesar de la falta de un marco legal, así como de registros confiables de vehículos, aunado a los movimientos diarios de unos 22 millones de personas, los índices de calidad del aire de la ciudad se mantengan en niveles aceptables. Existe un acuerdo generalizado de que la solución a largo plazo dependerá de llenar los vacíos administrativos, así como de datos e implementar la tecnología necesaria para mejorar la calidad de aire de la ciudad.