El nuevo Toyota Sedán combina la calidad de sus ancestros con un diseño innovador

Con un diseño robusto en su exterior y un interior confortable, Toyota ha rejuvenecido su Yaris Sedán 2019, sin eliminar, claro, lo que siempre ha caracterizado a los ancestros de este modelo: su fiabilidad.

Pese a que todavía cuenta con un diseño bastante sobrio, este Yaris Sedán ha adoptado otra identidad basada en las dimensiones y en el diseño. “Se perfeccionó con líneas fuertes”, como detalla el equipo de Toyota, pero además se ha reforzado su tamaño con una longitud de 4.42 metros y un maletero más amplio que, con unas calaveras LED alargadas, parecería que se trata de un Toyota Corolla. Aunque también hay que alabar el diseño trapezoidal de su frente que además de hacerlo lucir único, lo vuelve aerodinámico.

Con la misma fórmula del pasado, en combinación con las cualidades de un auto hecho con temeridad, Toyota buscó que este carro siga siendo económico, espacioso y de mucha fiabilidad mecánica, justo como la primera generación que apareció en 1999.

Cuenta con una suspensión que se acopla a las necesidades del camino, al igual que sus frenos. Es ágil, lo suficiente para entornos urbanos. Como toda la gama Yaris, tiene el mismo motor de 1.5 Litros que el Etios -el subcompacto de Toyota que únicamente se comercializa en Argentina y Chile- y que, con la distribución variable de sus 16 válvulas, brinda una potencia continua en un entorno urbano que no refleja ningún gasto exagerado en el consumo de combustible. En cuanto a la seguridad, se le ha incluido un control electrónico de estabilidad y bolsas de aire delanteras.

Por dentro, también luce bien. Toyota entiende las necesidades de contar con puertos USB, y su volante y palanca forrados con piel. Dentro de las variaciones en los cuatro modelos de este Yaris, destacan la conectividad bluetooth y la pantalla táctil con la que solo cuentan las versiones SMT y el SCVT.